Es la cuarta erupción desde diciembre en la península de Reykjanes, donde unas 700 personas fueron evacuadas este fin de semana de la famosa Laguna Azul.
Aproximadamente 700 huéspedes y empleados han sido evacuados del famoso balneario termal Laguna Azul después de la cuarta erupción en tres meses del volcán de la península de Reykjanes, en el suroeste de Islandia.
Juliana Lapinskiene, que vive en Islandia, se encontraba en la famosa atracción turística con su marido cuando saltaron las alarmas. "Estábamos ahí relajados y de repente sonó la alarma muy fuerte. Y pensamos que era una broma", dijo Lapinskiene en declaraciones a la emisora nacional de Islandia, ISRUV.
"Eran unas vistas increíbles. Estábamos literalmente en el agua y podíamos ver los géiseres de lava", añadió Lapinskiene.
El magma alcanza los diques de contención
La lava de la última erupción volcánica en Islandia alcanzó este domingo los muros de contención que deben impedir su propagación hacia la zona turística de la famosa Laguna Azul y, lo que es más importante, hacia la central eléctrica de Svartsengi, situada en el área.
De momento, los muros construidos parecen aguantar y los científicos predicen que la erupción, la más fuerte hasta ahora en la región, se está debilitando y podría extinguirse muy pronto.