Los Juegos Olímpicos de 2024 se inauguraron con una ceremonia de apertura bajo la lluvia que empapó tanto a los atletas como a los espectadores. Pero, poco después, estos se han enfrentado a la experiencia opuesta: una ola de calor.
Después de una ceremonia inaugural pasada por agua la semana pasada, los aficionados de los Juegos Olímpicos parisinos se tuvieron que adaptar el martes a una experiencia muy diferente: una ola de calor.
La mayor parte de Francia estaba bajo aviso de ola de calor el martes, con temperaturas en París y sus alrededores que podían subir hasta los 35 °C o más, según la agencia meteorológica nacional francesa.
Visitantes y residentes se refrescaron bebiendo agua y permaneciendo a la sombra. En el parque urbano de La Concorde, donde se practica el skateboarding y el BMX 'freestyle', se instalaron varias estaciones que rocían agua nebulizada.
El operador de trenes y metro de París informó de que se distribuirán más de 2,5 millones de contenedores de agua en más de 70 estaciones y paradas de su red de transporte y en las estaciones de autobuses.
Se esperaba que el calor fuera aún peor en el sur, incluida la región en torno a la ciudad de Marsella, que acoge algunos eventos de fútbol y vela.
Un fenómeno cada vez más intenso y frecuente
La agencia meteorológica nacional de Francia describió las olas de calor como "cada vez más intensas, frecuentes, tempranas y duraderas" debido al cambio climático. Según la agencia, antes de 1989 se registraban temperaturas tan elevadas como media una vez cada cinco años, pero desde 2000 se repiten todos los años, y todo apunta a que la tendencia seguirá un sentido ascendente.