Llegó a la presidencia del país con gran éxito y gobernó durante una década, acabando en prisión por sus excesos autocráticos.
PUBLICIDADHa muerto el expresidente de Perú Alberto Fujimori a los 86 años. Su presidencia duró una década y comenzó con gran éxito en el saneamiento de la economía peruana y la derrota de una brutal insurgencia. Sin embargo, terminó envuelta en la polémica por sus excesos autocráticos que más tarde le enviaron a prisión.
Su muerte ha tenido lugar este miércoles en la capital, Lima. La ha anunciado su hija Keiko Fujimori en un post en X. Fujimori, que gobernó con mano cada vez más autoritaria entre 1990 y 2000 fue indultado en diciembre de sus condenas por corrupción e implicación en el asesinato de 25 personas.
Su hija dijo en julio que planeaba postularse a la presidencia de Perú por cuarta vez en 2026. El exrector universitario y profesor de matemáticas adquirió popularidad hasta ganar las elecciones peruanas de 1990 frente al escritor Mario Vargas Llosa.
A lo largo de su tumultuosa carrera política, tomó repetidamente decisiones arriesgadas que le valieron tanto la adoración como el reproche. Se hizo cargo de un país asolado por una inflación galopante y la violencia de la guerrilla, y saneó la economía con medidas audaces, como privatizaciones masivas de industrias estatales.
Acabó con Sendero Luminoso
Derrotar a los fanáticos rebeldes de Sendero Luminoso le llevó algo más de tiempo, pero también le granjeó un amplio apoyo. Sin embargo, su presidencia se derrumbó de forma dramática.
Tras obtener un controvertido tercer mandato, huyó del país en el año 2000, cuando unas cintas de vídeo filtradas mostraron a su jefe de espionaje, Vladimiro Montesinos sobornando a legisladores. El presidente viajó a Japón, la tierra de sus padres, y presentó su dimisión por fax. Fue el fin de una carrera política que despertó admiración y críticas a partes iguales.