Miles de personas se han lanzado a las calles este domingo y han invadido propiedades hasta ahora gubernamentales, como el Ministerio de Defensa o el palacio presidencial.
Retiradas de banderas gubernamentales, tiros al aire y hasta paseos en bicicleta por el palacio presidencial: Damasco se llena de escenas de euforia ante la caída del presidente, Bashar al Assad, cuya dinastía autoritaria lleva gobernando Siria aproximadamente medio siglo.
Una coalición de rebeldes islamistas sirios ha tomado el control de la capital durante esta noche, en una ofensiva relámpago que abre un nuevo capítulo desde el comienzo de la Primavera Árabe hace una década y tras 24 años de gobierno de Al Assad junior.
Varios medios árabes señalan que el hasta ahora líder de Siria ha huido de Damasco en avión y se encuentra en paradero desconocido.