El sábado 5 de abril, España ha vivido una movilización histórica por el derecho a la vivienda digna, con manifestaciones simultáneas previstas en medio centenar de ciudades bajo el lema "Acabemos con el negocio de la vivienda".
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Los movimientos vecinales, sindicatos de inquilinos y plataformas sociales han unido fuerzas para exigir soluciones inmediatas a la crisis habitacional que atraviesa el país. "El miedo ha cambiado de bando: no vamos a exigir más cambios, estamos organizadas y tenemos un plan contra el rentismo", afirman los convocantes de estas protestas que tiñen de naranja y verde —colores distintivos del movimiento— las principales calles españolas.
Esta movilización marca un hito al ser la primera que se celebra de manera simultánea en tantas localidades, una década después de las masivas protestas contra los desahucios. "Esta manifestación llega después de muchos meses de conversaciones; queríamos que fuera algo descentralizado, salir todos al mismo tiempo y paralizar el Estado. La idea es que sea el primer día de una nueva ola de protestas", explican los organizadores.
Principales reivindicaciones del movimiento
- Bajada inmediata de los precios del alquiler, pidiendo hasta una reducción del 50%.
- Recuperación de "todas las viviendas vacías".
- Ilegalización de las empresas de desokupación.
- Prohibición de desahucios a familias vulnerables.
- Freno a la proliferación descontrolada de pisos turísticos
De Canarias a todo el país: El origen de las protestas
Las movilizaciones comenzaron en abril de 2023 en Canarias, donde los vecinos salieron a las calles para exigir un modelo turístico "sostenible" y denunciar la falta de soluciones habitacionales. "La vivienda se ha convertido en un lujo al alcance de muy pocas familias", denunciaba entonces el Sindicato de Inquilinas de Tenerife.
Posteriormente, la iniciativa fue secundada por Málaga con su lema "Málaga para vivir, no para sobrevivir", seguida por Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao, entre otras ciudades.
La situación de la vivienda en España alcanza niveles críticos. Según denuncian los sindicatos de inquilinos, "los alquileres han registrado incrementos alarmantes, han subido más de un 18% en los dos últimos años. Los salarios, mientras tanto, siguen estancados".
En algunas zonas como Ibiza, "los precios del alquiler superan en buena parte de los casos el 100% del salario habitual", mientras que en otras como Cáceres, "los alquileres han subido el año pasado un 17% en la ciudad y un 27% a nivel provincial".
Turismo masivo y especulación inmobiliaria: Los principales señalados
Los movimientos ciudadanos apuntan directamente al modelo turístico descontrolado y a la especulación inmobiliaria como causantes de la crisis. "El modelo de ciudad está mercantilizado, expulsa al vecindario, porque la industria del turismo explota nuestros barrios", denuncian desde la plataforma 'València no està en Venda'.
En regiones como Canarias y Baleares, la situación se torna especialmente grave debido a la limitación geográfica y la presión turística. "Nos enfrentamos a una emergencia habitacional sin precedentes: desahucios, alquileres inasumibles y especulación con la vivienda mientras la población no puede acceder a este derecho básico", lamentan los colectivos canarios.
Acciones previas a la manifestación
En varios puntos del país se han realizado acciones simbólicas como antesala a la gran movilización. En Madrid, el Metro ha amanecido con estaciones intervenidas con nombres como "Casa del Banco", "Embargadores", "Precariedad" o "Derecho". En Las Palmas de Gran Canaria se han intervenido esculturas emblemáticas con carteles y pancartas reivindicativas.
Los organizadores confían en que la movilización de este 5 de abril marcará un antes y un después en la lucha por el derecho a una vivienda digna, asequible y sostenible en España, convirtiéndose en una manifestación "histórica" que inicie una nueva etapa en las reivindicaciones sociales por la vivienda.