Trump y Starmer firmaron lo que ambas partes saludaron como un acuerdo histórico en ciencia y tecnología, pero las opiniones divergieron en inmigración y Palestina.
PUBLICIDAD
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, concluyó el jueves su histórica segunda visita de Estado al Reino Unido diciendo que estaba "tremendamente agradecido" por la pompa y el boato, pero que persisten algunas diferencias clave entre él y el primer ministro Keir Starmer.
Al ser preguntado por la falta de avances en la negociación de un acuerdo para poner fin a la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Moscú, Trump dijo que el presidente ruso, Vladimir Putin, "me ha decepcionado". Starmer dijo que él y Trump habían discutido cómo "aumentar decisivamente la presión sobre Putin" y que Trump había "liderado el camino aquí".
Trump tampoco ha cumplido sus amenazas de imponer nuevas sanciones a Rusia y el rey Carlos, en su discurso en el banquete de Estado del miércoles por la noche, ofreció a Trump un suave empujón, señalando que "mientras la tiranía amenaza una vez más a Europa, nosotros y nuestros aliados nos mantenemos unidos en apoyo de Ucrania, para disuadir la agresión y asegurar la paz."
Aunque Starmer ha desempeñado un papel importante en los esfuerzos europeos para apuntalar el apoyo de Estados Unidos a Ucrania, la visita de Trump ofreció pocos avances importantes,
El Gobierno británico también se ha mostrado cada vez más crítico con la conducta de Israel en Gaza y el sufrimiento de los civiles palestinos. Starmer dijo que la situación era "una catástrofe humanitaria" al reconocer una división con el presidente sobre el reconocimiento de un Estado palestino.
La opinión de Trump sobre la cuestión diverge de la de Starmer, pero en una señal de que la ofensiva de encanto sobre el presidente estadounidense había funcionado, el desacuerdo del mandatario fue atípicamente cordial. "Tengo un desacuerdo con el primer ministro a ese respecto", dijo Trump, añadiendo que "es uno de nuestros pocos desacuerdos, en realidad".
Starmer dijo en julio que el Reino Unido planea reconocer un Estado palestino en septiembre a menos que Israel acepte un alto el fuego en Gaza y dé pasos hacia una paz a largo plazo.
También hubo desacuerdos sobre la política de inmigración. Trump instó a Reino Unido a adoptar una línea más dura e insistió en que había dejado claro a Starmer que cuando demasiada gente entra ilegalmente, eso "destruye los países desde dentro."
"Hay gente que entra y le dije al primer ministro que lo detendría, y no importa si llamas a los militares, no importa qué medios utilices", dijo Trump. Más de 30.000 personas han realizado la travesía en lo que va de año, una cifra inferior a las 37.000 que llegaron el año pasado.
Acuerdo tecnológico
Trump y Starmer firmaron lo que ambas partes calificaron de acuerdo histórico en materia de ciencia y tecnología, y celebraron una mesa redonda con líderes empresariales mundiales en la que sugirieron que el acuerdo podría suponer un importante aumento del empleo.
Reino Unido dijo que las empresas estadounidenses se habían comprometido a invertir 150.000 millones de libras (172.000 millones de euros) en el Reino Unido, incluidos 90.000 millones de libras (103.000 millones de euros) de la firma de inversión Blackstone en la próxima década. La inversión también fluirá en sentido contrario, incluidos casi 40.000 millones de libras (45.000 millones de euros) de la farmacéutica GSK en Estados Unidos.
Las autoridades británicas afirman que el acuerdo traerá miles de puestos de trabajo y miles de millones en inversiones en inteligencia artificial, computación cuántica y energía nuclear. Incluye una rama británica de Stargate, un proyecto de infraestructura de IA respaldado por Trump y dirigido por OpenAI, y una serie de centros de datos de IA en todo el Reino Unido.
Funcionarios británicos dijeron que no han acordado eliminar un impuesto a los servicios digitales o diluir la regulación de Internet para conseguir el acuerdo, algunos de cuyos detalles aún no se han anunciado.
"El vínculo entre nuestros países no se parece a ningún otro en el mundo", dijo Trump en Chequers, la residencia oficial de la primera ministra. Starmer dijo que "una y otra vez, son los hombres y mujeres británicos y estadounidenses, codo con codo, los que cambian el rumbo de la historia y lo giran hacia nuestros valores, hacia la libertad, la democracia y el Estado de Derecho".
En la ceremonia de firma del acuerdo destinado a fomentar la inversión tecnológica, Starmer se refirió al presidente republicano como "mi amigo, nuestro amigo" y habló de "líderes que se respetan y líderes que se quieren de verdad".
La admiración mutua se produjo después de que el rey Carlos y la reina Camilla agasajaran el miércoles a Trump y a la primera dama Melania Trump en el castillo de Windsor, incluyendo la mayor guardia de honor militar jamás reunida para una visita de Estado. Trump calificó a los reyes de "dos personas fantásticas" y se mostró "agradecido más allá de las palabras" por su hospitalidad.