El domingo se cancelaron 45 vuelos de salida y 30 de llegada en el aeropuerto de Bruselas, y se esperan más cancelaciones para el lunes. No hubo cancelaciones ni retrasos importantes en los aeropuertos londinenses de Heathrow y berlinés de Brandeburgo.
El aeropuerto de Bruselas, que tuvo que hacer frente a considerables problemas tras el ciberataque del viernes que perturbó los sistemas electrónicos de varios aeropuertos europeos, pidió a las compañías aéreas que cancelaran la mitad de sus vuelos durante un día más, el lunes.
El domingo, el aeropuerto canceló 45 vuelos de salida y 30 de llegada, más del doble que un día antes: 25 de salida y 13 de llegada. Aún no está claro cuándo se solucionará la situación. El portavoz del aeropuerto de Bruselas, Ihsane Chioua Lekhli, declaró: "Nos lo tomamos día a día".
Los otros dos aeropuertos afectados, los de Londres y Berlín, también sufrieron el domingo por segundo día consecutivo las consecuencias del ciberataque a los sistemas de facturación.
El aeropuerto berlinés de Brandeburgo declaró que persistían los problemas con el software, pero que había encontrado una solución manual, por lo que el aeropuerto no sufrió grandes retrasos ni cancelaciones.
El aeropuerto sí advirtió a los pasajeros de los tiempos de espera más largos: "Por favor, utilice la facturación en línea, la facturación en autoservicio y el servicio rápido de entrega de equipajes", decía un mensaje en la página web del aeropuerto.
Los paneles de salidas del aeropuerto londinense de Heathrow, el de mayor tráfico de Europa, también mostraban señales de que las llegadas y salidas se habían producido sin problemas.
"Se sigue trabajando para resolver y recuperarse de la interrupción del viernes de un sistema de la aerolínea Collins Aerospace que afectó a la facturación", decía un comunicado de Heathrow. "Pedimos disculpas a quienes han sufrido retrasos, pero gracias al trabajo conjunto con las aerolíneas, la gran mayoría de los vuelos han seguido operando".
Los aeropuertos aconsejaron a los pasajeros que comprobaran el estado de sus vuelos antes de viajar a los aeropuertos, y que utilizaran métodos de facturación alternativos.
Los tres aeropuertos se vieron afectados por el ciberataque a partir de última hora del viernes. El ataque no iba dirigido a aeropuertos o aerolíneas concretas, sino que afectó al software de Collins Aerospace, cuyos sistemas ayudan a los pasajeros a facturar, imprimir tarjetas de embarque y etiquetas de equipaje, y despachar su equipaje desde un quiosco.
Aún no está claro quién está detrás del ciberataque, sin embargo, la Comisión Europea confirmó que la seguridad de la aviación y el control del tráfico aéreo no se vieron afectados, y dijo que no hay indicios de un ataque generalizado o grave.