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30 años de prisión para el ex guardia civil que mató a su exnovia Teresa Rodríguez con 153 puñaladas

Un cartel de la exposición 'La vida de Teresa'.
Un cartel de la exposición 'La vida de Teresa'. Derechos de autor  Ayuntamiento de Valladolid
Derechos de autor Ayuntamiento de Valladolid
Por Lucia Blasco
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La Justicia belga ha condenado a 30 años de prisión al ex guardia civil César Arribas Calvo, declarado culpable del asesinato premeditado de la joven enfermera vallisoletana Teresa Rodríguez hace tres años, cuando ella tenía 23 años y él 24.

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Tenía 23 años cuando su expareja le asestó 153 puñaladas. Teresa Rodríguez murió el jueves 27 de octubre de 2022. Este viernes, la Justicia belga ha condenado a su asesino a 30 años de cárcel. La sentencia, dictada por el Tribunal Penal de Bruselas, impone esa pena al ex guardia civil César Arribas Calvo.

El fallo llega un día después de que un jurado popular, formado por ocho hombres y cuatro mujeres, lo declarara culpable de asesinato con premeditación y de portar los cuchillos de cocina con los que cometió el crimen, ocurrido en el apartamento de la víctima, en el barrio bruselense de Schaerbeek.

El jurado consideró probado que Arribas actuó "plenamente consciente" y que "dado el número y la violencia de las cuchilladas, el acusado no pudo haber tenido otra intención que matar".

Intento de suicidio

Arribas viajó desde España a Bruselas pese a la orden de alejamiento que pesaba sobre él. En el juicio, afirmó que su intención era "recuperar" la relación, pero acabó matando a la joven en su domicilio. Después del crimen, se lanzó por la ventana en un intento de suicidio y fue detenido poco después.

Durante la última sesión, el acusado leyó una carta dirigida a la familia de Teresa en la que expresó arrepentimiento. Los padres de la víctima, sin embargo, pusieron en duda su sinceridad y recordaron que el proceso judicial "ha reabierto el sufrimiento vivido durante estos tres años".

La Fiscalía belga había solicitado la pena máxima de 30 años de cárcel, argumentando que la condena debía reflejar "la gravedad del daño y el sufrimiento causados". La defensa pedía una pena de 23 años, alegando la ausencia de antecedentes penales. Finalmente, el tribunal impuso la condena de 30 años, el máximo previsto por el Código Penal belga para este tipo de delitos.

Arribas lleva tres años en prisión preventiva, que se descontarán de la condena. De acuerdo con la legislación belga, podrá solicitar la libertad condicional una vez cumplidos 15 años de cárcel.

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