Gisèle Pelicot, quien fue violada sin saberlo por su esposo y decenas de otros hombres durante más de una década, brindó su declaración final el martes en uno de los juicios penales más grandes de la historia reciente de Francia.
En 2020, el marido de Pelicot, Dominique Pelicot, admitió haber drogado a su esposa e invitado a hombres a su casa familiar para agredirla sexualmente mientras estaba inconsciente durante un período de nueve años, después de que la Policía encontrara vídeos y fotografías que él había grabado del abuso.
Algunos de los 51 hombres acusados afirmaron ante el tribunal que no se dieron cuenta de que Pelicot había sido drogada y negaron los cargos de violación. Pelicot, que renunció a su derecho al anonimato durante el juicio, respondió a esto el martes calificando el caso de "cobardía".
El infierno en casa
"No hay otra forma de describirlo", dijo. "La violación es violación. Cuando entras en un dormitorio y ves un cuerpo inmóvil, ¿en qué momento no reaccionas? ¿Por qué no saliste de inmediato para denunciarlo a la Policía?".
Las organizaciones de derechos de las mujeres y los activistas contra el abuso doméstico han destacado que el caso Pelicot ha vuelto a poner de relieve cómo la indiferencia de los hombres hacia el consentimiento o su comprensión vaga están alimentando la cultura de la violación.
Decenas de hombres dispuestos a participar
El núcleo del argumento no es que Dominique Pelicot simplemente hizo arreglos para que los hombres violaran a su esposa; tampoco tuvo dificultades para encontrar a decenas de personas dispuestas a participar.
Desde que comenzó el juicio, el caso de Gisèle Pelicot ha generado un inmenso interés nacional e internacional, lo que ha desencadenado protestas en todo el país en su apoyo. El día anterior, los dos hijos de Pelicot, David y Florian, testificaron contra su padre. Se espera que el juicio emita un veredicto alrededor del 20 de diciembre.