La Policía Nacional desarticula una red que introducía ilegalmente a más de 300 trabajadores, en su mayoría nepalíes, y los explotaba en condiciones "inhumanas" en varias fincas de España.
Más de 300 trabajadores extranjeros que fueron traídos a España bajo falsas promesas acabaron convirtiéndose en el centro de una investigación que llevó a la Policía española a desarticular una red dedicada al tráfico ilegal de mano de obra, integrada en su mayoría por inmigrantes procedentes de Nepal.
La organización introducía a estas personas en el país y las distribuía clandestinamente por explotaciones agrícolas del centro y el este peninsular. En el operativo, los agentes detuvieron a 11 sospechosos y mantienen bajo investigación a otros dos. Entre las víctimas se identificaron 322 migrantes, casi todos nepalíes; de ellos, 294 carecían de documentación para residir o trabajar legalmente en España.
Según las autoridades, muchos ingresaron en territorio europeo con visados turísticos, a veces emitidos por otros estados del espacio Schengen, que agrupa a la mayoría de países de la Unión Europea junto con Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein.
Una vez en España, eran reclutados y trasladados a distintas zonas, donde se les privaba de derechos laborales fundamentales. Un vídeo difundido por la Policía Nacional en X muestra a decenas de personas hacinadas sobre colchones en una habitación sombría y deteriorada.
La organización había habilitado para ellos un alojamiento precario en Albacete, en el sureste español: cuartos sin ventilación, servicios mínimos y un entorno que las autoridades calificaron de "indigno e inhumano".
Desde allí, los trabajadores eran transportados cada día en furgonetas, algunas sin condiciones mínimas de seguridad, hacia las fincas donde laboraban. En uno de los trayectos, un ciudadano nepalí perdió la vida en un accidente de tráfico.
Los investigadores sostienen que muchos pasaron meses sin recibir paga alguna y sobreviviendo con raciones de comida muy básicas. El Banco Mundial estima que más del 20% de la población de Nepal, un país con unos 30 millones de habitantes, vive en situación de pobreza.