Los funcionarios de seguridad israelíes están investigando la posibilidad del papel de Irán en el reciente ataque mortal contra la comunidad judía en Sídney en el que murieron varias personas y que ha aumentado la preocupación por la expansión de las actividades transfronterizas de Teherán.
Según funcionarios de seguridad israelíes, hay indicios de que el reciente ataque podría haberse llevado a cabo en el contexto de un patrón más amplio de esfuerzos iraníes para atacar los intereses israelíes y la comunidad judía fuera del Medio Oriente.
Un alto funcionario de seguridad israelí ha dicho a los medios de comunicación que en los últimos meses "ha habido un aumento de la actividad iraní para organizar ataques contra objetivos israelíes y judíos en diferentes partes del mundo" y que Australia también está implicada.
Basándose en estas evaluaciones, las instituciones de seguridad de Israel creen que Irán ha intentado difundir la plataforma de ataques violentos contra instituciones y personas judías utilizando una red de agentes y grupos sustitutivos, así como creando núcleos de incitación en el ciberespacio.
Mientras tanto, también se está estudiando la posibilidad de establecer vínculos con grupos como Hezbolá, Hamás e incluso con grupos extremistas de fuera de Oriente Medio.
Una fuente de inteligencia israelí ha subrayado que "la dirección, el diseño y la infraestructura de estos ataques acabarán por regresar a Teherán", aunque las pruebas definitivas aún están en fase de revisión.
Investigación y detención de sospechosos en Australia
Al mismo tiempo, las autoridades australianas han iniciado una amplia investigación de seguridad sobre el ataque, sin siquiera nombrar formalmente a un Gobierno extranjero responsable.
La Policía federal y los organismos de inteligencia de Australia han anunciado que se ha detenido a varios sospechosos en relación con el atentado de Sídney y prosiguen las investigaciones sobre sus posibles motivos y conexiones.
Hasta el momento, las autoridades australianas se han negado a atribuir directamente el ataque a un Gobierno extranjero, haciendo hincapié en que los resultados de la investigación se darán a conocer una vez que se hayan completado las revisiones de inteligencia.
La postura clara del Gobierno australiano con respecto a los ataques anteriores
Al mismo tiempo, el Gobierno australiano ya ha adoptado una postura muy explícita contra Irán en distintos casos. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, anunció recientemente que la agencia de inteligencia de seguridad de Australia, ASIO, había llegado a la conclusión de que el Gobierno iraní estaba detrás de al menos dos ataques antijudíos en el país.
Los dos ataques incluyeron el incendio de una empresa de alimentos kosher en Sídney en octubre de 2024 y el incendio de la sinagoga "Adat Israel" de Melbourne en diciembre de ese año. Albanese describió los hechos como "acciones peligrosas y sin precedentes de un Gobierno extranjero en suelo australiano" y anunció que Canberra había roto sus relaciones diplomáticas con Teherán en respuesta a los mismos.
Las autoridades australianas han hecho hincapié en que la acusación directa del Gobierno iraní se refiere a los mismos ataques anteriores y no al reciente ataque mortal en Sídney.
Sin embargo, la simultaneidad de estos acontecimientos y el aumento de los incidentes antijudíos han llevado a una intensificación de la cooperación en materia de inteligencia entre Australia y sus aliados, incluido Israel, para investigar la posibilidad de vínculos transnacionales con los ataques.