Los atacantes, padre e hijo, que mataron al menos a 15 personas en una celebración judía de Janucá en Australia, estaban influenciados por ideología extremista. El padre, abatido por la Policía, tenía licencia para portar armas de fuego en un país donde es difícil obtener este tipo de documentos.
Horas después de que 15 personas fueran asesinadas en torno a una fiesta judía de Janucá en la playa de Bondi, Sídney, han ido apareciendo cada vez más datos sobre los dos atacantes.
Según la Policía, los autores de los disparos eran Sajid Akram, de 50 años y propietario de una frutería, que murió en un tiroteo con las fuerzas del orden, y su hijo Naveed, de 24 años y albañil en paro, que resultó gravemente herido y fue trasladado a un hospital donde permanece en estado crítico pero estable bajo vigilancia policial.
El mayor de los Akram había llegado a Australia en 1998 con un visado de estudiante, luego se convirtió en residente permanente en 2001 y más tarde obtuvo un visado de regreso para residentes (RRV). Este documento le permitía viajar al extranjero y volver a entrar en Australia manteniendo su condición de residente permanente. Su hijo nació en Australia y es ciudadano australiano.
Según los medios de comunicación locales, el padre procedía de Pakistán, aunque las autoridades aún no lo han confirmado. Al parecer, los hombres habían jurado lealtad al grupo radical Estado Islámico (EI) y se encontraron banderas del grupo terrorista en su coche, donde la Policía descubrió también al menos dos artefactos explosivos improvisados.
Dijeron a sus familiares que viajaban a la costa para una excursión de pesca más larga. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, afirmó que los atacantes actuaban solos y no formaban parte de una célula extremista más amplia. "No hay pruebas de connivencia", dijo, pero estaban "claramente motivados por la ideología extremista".
El atacante de más edad tenía licencia de armas, difícil de obtener en Australia
El mayor de los Akram tenía licencia de armas desde 2015 para la caza recreativa y era miembro de un club de armas. Esta licencia le daba derecho "a tener las armas largas que tenía", según ha declarado a la prensa el comisario de Policía de Nueva Gales del Sur. Para obtener una licencia, el futuro titular debe someterse a "un examen exhaustivo" que garantice que la persona es "apta y adecuada", añadió. Sajid Akram tenía licencia para poseer seis armas de fuego, todas las cuales la Policía cree que se utilizaron en el atentado.
Según fuentes de la comunidad antiterrorista australiana, la agencia nacional de inteligencia ASIO se interesó por Naveed Akram hace seis años, después de que la Policía frustrara los planes de un atentado terrorista del EI. Las fuentes dijeron que Naveed Akram estaba estrechamente relacionado con un hombre que ahora cumple condena en prisión por planear el ataque de 2019 como el autoproclamado comandante australiano del grupo terrorista.
El primer ministro Albanese confirmó que el Akram más joven llamó la atención de las autoridades por primera vez en octubre de 2019, pero después de una investigación de seis meses se hizo una "evaluación de que no había indicios de ninguna amenaza continua de que participara en actos de violencia", en otras palabras, no había nada de qué acusarlo.
Además, el menor de los Akram estudió durante un año en el Instituto Al Murad de Western Sydney, que ha condenado enérgicamente el ataque. "Naveed se acercó al centro a finales de 2019 en busca de recitación del Corán y clases de lengua árabe", dijo el fundador del Instituto en un comunicado grabado en vídeo.
"Lo que encuentro completamente irónico es que el mismo Corán que estaba aprendiendo a recitar afirma claramente que quitar una vida inocente es como matar a toda la humanidad", ha añadido.
La Policía cree que los atacantes se habían preparado para el ataque en una propiedad de alquiler a corto plazo a unos 30 minutos en coche de Bondi Beach. Allí se habían alojado ambos durante las dos últimas semanas. Este edificio es ahora un foco intenso de la investigación. Además, la Policía registró el lunes por la noche la casa de la familia de los atacantes a una hora en coche.