El presidente Donald Trump ha elevado la tensión al declarar en una entrevista con 'NBC News' que no descarta una confrontación armada con Venezuela. Tras ordenar a la Armada bloquear todos los petroleros sancionados prometió ataques selectivos en territorio venezolano contra el narcotráfico.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sacudido el tablero internacional al afirmar este viernes que no descarta la posibilidad de una confrontación armada con Venezuela. Estas declaraciones, realizadas en una entrevista con la cadena 'NBC News', llegan tras meses de operaciones militares estadounidenses destinadas a destruir embarcaciones presuntamente vinculadas al narcotráfico en aguas cercanas al país suramericano.
El bloqueo petrolero como detonante
La escalada verbal de Trump coincide con una orden ejecutiva emitida el pasado martes, en la cual se instruye a las fuerzas navales a bloquear la entrada y salida de Venezuela de todos los petroleros sancionados por Washington. Esta medida se produce apenas una semana después de que las autoridades estadounidenses incautaran un buque cargado con crudo en las proximidades de las costas venezolanas.
Al ser consultado sobre el futuro de estas operaciones y un posible cronograma, el mandatario fue tajante: "Habrá más incautaciones. Si son tan insensatos como para seguir navegando, sus barcos serán llevados a uno de nuestros puertos". Esta estrategia busca asfixiar económicamente al Gobierno de Maduro, al que la Casa Blanca señala como responsable de liderar el denominado Cartel de los Soles, acusación que el palacio de Miraflores rechaza categóricamente.
Una campaña naval con bajas importantes
La agresividad de la Casa Blanca ha pasado de las palabras a los hechos. Hasta la fecha, las operaciones estadounidenses han resultado en 28 ataques contra embarcaciones, dejando un saldo de más de 100 personas muertas. Entre estos incidentes, el Congreso de Estados Unidos ha puesto bajo la lupa un ataque que han denominado 'double tap' (un segundo bombardeo sobre el mismo objetivo tras el impacto inicial), una táctica que ha generado una fuerte controversia por su letalidad.
El misterio de la relación Trump-Maduro
A pesar de la naturaleza tan directa de sus palabras, Trump ha evitado confirmar de manera explícita si su objetivo final es el derrocamiento de Nicolás Maduro. "Él sabe exactamente lo que quiero, lo sabe mejor que nadie", respondió el líder republicano, haciendo alusión a la llamada telefónica que ambos mantuvieron el pasado mes de noviembre.
Sin embargo, el presidente ha reiterado su promesa de que "pronto" darán comienzo ataques selectivos contra objetivos vinculados al tráfico de narcóticos dentro del propio territorio venezolano. Este giro hacia el intervencionismo supone una contradicción notable con su discurso de campaña, en el que prometió alejar a Estados Unidos de las guerras extranjeras para centrarse en problemas domésticos como la inflación o el uso del internet para el desarrollo interno.
El obstáculo legal del Congreso
Pese a las amenazas presidenciales, el sistema legal estadounidense impone límites claros. Para que Estados Unidos pueda declarar formalmente la guerra, se requiere la autorización expresa del Congreso. Desde el Partido Demócrata ya se ha advertido que cualquier ataque contra embarcaciones o territorio soberano venezolano necesita el aval del poder legislativo, una batalla política que se prevé intensa en las próximas semanas.
Esta postura ha generado grietas en las bases de Trump, quienes critican que el presidente dedique tantos recursos y atención a la política exterior en un momento en que el coste de la vida sigue siendo la principal preocupación de los estadounidenses. Mientras tanto, el Caribe se militariza bajo la sombra de un conflicto que la administración estadounidense ya no se molesta en negar como posibilidad.