Los votantes acuden a las urnas en unas elecciones cuádruples sin precedentes, que combinan comicios presidenciales, legislativos, regionales y municipales. Los analistas dan como favorito al actual presidente, Faustin-Archange Touadéra, que cuenta con el apoyo de Rusia.
Los ciudadanos de la República Centroafricana acuden a las urnas este domingo para elegir a un nuevo presidente, así como a los miembros del Parlamento. El actual jefe de Estado, Faustin-Archange Touadéra, uno de los aliados más estrechos de Rusia en África, parte como favorito para lograr un tercer mandato, tras un controvertido referéndum celebrado en 2023 que le permitió optar a nuevas reelecciones.
Según los analistas, una nueva victoria de Touadéra consolidaría los intereses económicos y de seguridad de Rusia en el país. La República Centroafricana fue uno de los primeros Estados africanos en acoger fuerzas respaldadas por Moscú, con el objetivo declarado de proteger a las autoridades y combatir a los grupos armados. Touadéra se enfrenta a seis candidatos, entre ellos Anicet-Georges Dologuélé y Henri-Marie Dondra, ambos ex primeros ministros y figuras destacadas de la oposición.
Unos 2,4 millones de votantes están inscritos para participar en estos comicios sin precedentes, que combinan elecciones presidenciales, legislativas, regionales y municipales.
Las elecciones se celebran sin la participación del Bloque Republicano de Defensa de la Constitución, la principal coalición opositora, que en octubre anunció su boicot al denunciar lo que calificó de un entorno político desigual. Ni Dologuélé ni Dondra forman parte de esta alianza.
Los resultados provisionales se esperan en el plazo de una semana, mientras que los definitivos están previstos para el 18 de enero. Habrá una segunda vuelta si ningún candidato supera el 50 % de los votos.
El país, con una población de unos 5,5 millones de habitantes, arrastra una prolongada inestabilidad marcada por enfrentamientos entre fuerzas progubernamentales y grupos armados, especialmente desde 2013, cuando rebeldes predominantemente musulmanes tomaron el poder y forzaron la salida del entonces presidente François Bozizé. Aunque un acuerdo de paz firmado en 2019 logró frenar parcialmente la violencia, algunos de los 14 grupos armados firmantes se retiraron posteriormente y reanudaron los combates.