Aviones de combate y buques de guerra chinos han estado incursionando en las aguas que rodean Taiwán. Las tropas chinas practicaron la toma de puertos al amanecer del lunes.
Pekín ordenó un ejercicio militar extraordinario después de que el Estado insular autónomo firmara un importante acuerdo de compra de armas con Estados Unidos.
Esto coincidió con la declaración del primer ministro japonés de que Japón proporcionaría ayuda militar a Taiwán en caso de un ataque chino. Pekín no sólo puso a prueba la capacidad de ataque de la fuerza aérea y la marina, sino que también desplegó sus misiles de medio y largo alcance en tierra firme.
Los dirigentes taiwaneses han descrito este hecho como una amenaza directa de guerra. "Nos parece inaceptable que las autoridades chinas desprecien el derecho internacional y amenacen a sus vecinos con una intervención militar", declaró Karen Kuo, portavoz de la Oficina del presidente.
El ministro de Defensa de Taipéi ha movilizado fuerzas de respuesta rápida. Según dijo, tienen suficientes hombres para luchar y preservar la independencia de Taiwán.
Sin embargo, lo más probable es que también esta vez se trate sólo de un ejercicio de entrenamiento y las partes no se ataquen mutuamente.