Las ventas de vehículos nuevos en el Reino Unido cayeron el año pasado a su nivel más bajo desde la crisis financiera de hace una década.
Las ventas de vehículos nuevos en el Reino Unido cayeron el año pasado a su nivel más bajo desde la crisis financiera de hace una década, arrastradas por la caída del diesel y la incertidumbre y el temor que supone el Brexit para el sector.
Por eso, los representantes de la industria han pedido a los diputados británicos que respalden el acuerdo de salida presentado por Theresa May, para garantizar el periodo de transición.
El declive en las ventas se ha hecho notar sobre todo en los vehículos diésel, con una caída de un 30% debido, principalmente, a la subida de impuestos.
Dentro de la UE, el país que ha registrado un mayor crecimiento en el número de matriculaciones ha sido España, con un 8% más respecto a 2017. España también ha vuelto a ver como las ventas de vehículos eléctricos casi se duplicaron en 2018 con cerca de 14.000 nuevas unidades.
La industria automotriz británica ha advertido de que la salida de la Unión Europea, prevista para marzo, pone en peligro el futuro de un sector que emplea a más de 850.000 personas.