La cultura resiste como puede la era COVID

La cultura resiste como puede la era COVID
Derechos de autor France Télévisions
Por Luisa Trapero
Compartir esta noticiaComentarios
Compartir esta noticiaClose Button
Copia/pega el link embed del vídeo de abajo:Copy to clipboardCopied

Desde junio, cada noche, cerca de 100 personas asisten a una representación de la ópera Don Giovanni en el Teatro Real de Madrid mientras en París, el sector se siente abandonado a su suerte

PUBLICIDAD

Dependiendo del nivel de restricciones por el coronavirus y de la actitud de las autoridades locales, los centros culturales hacen todo lo posible para mantenerse a flote. A los teatros de Madrid les va mejor que a la mayoría del resto de España. Desde junio, cada noche, unas cien personas han podido disfrutar de una representación de la opera Don Giovanni en el Teatro Real.

Eso sí, bajo el cumplimiento siempre de las medidas de seguridad:

"Me siento completamente segura, tengo la sensación de que todas las medidas se están respetando, no tengo duda", asegura una espectadora del público.

"Creo que con las mascarillas puestas y asientos libres entre el público hay suficiente seguridad,"responde otro de los asistentes a la ópera.

Cerca de un millón de euros se han invertido en acondicionar las instalacionesdel Teatro Real  para garantizar el cumplimiento de las medidas de seguridad establecidas por el COVID: controles de temperatura, alfombrillas desinfectantes, más aseos y servicio de limpieza permanente.

Para la orquesta, se han instalado pantallas protectoras de plexiglás, y se han reducido los asientos del público de las primeras filas para dotar de más espacio a los músicos., a quienes se les ha pedido que reduzcan al máximo sus contactos sociales.

"Nos sometemos a los test regularmente, se espera además que seamos muy responsables, limitando al máximo nuestras relaciones sociales, las salidas nocturnas y tratar de hacer todo lo posible para estar seguros", explica el barítono Christopher Maltman para la ópera Don Giovanni 

París, cerrada a la cultura

En la capital francesa, la situación es bien diferente. Los teatros, cines y salas de conciertos permanecen cerrados al público. El sector de las artes de París se siente injustamente abandonado.

"Me parece que en España, desde marzo, los cines y los teatros de ópera están abiertos, aquí no se nos escucha, somos un pedazo de tierra frente a un muro de hierro. Dicen que evaluarán la situación junto con nuestra profesión pero nadie viene a vernos, ni nos preguntan", clama Jean-Michel Ribes,Director del Théâtre du Rond-Point

La casa de la cultura sigue siendo una casa cerrada al público. Y no sólo en Francia, sino en muchos lugares de Europa. La pregunta que muchos se hacen es: Si logrará sobrevivir para podeer reabrir sus puertas?

Compartir esta noticiaComentarios

Noticias relacionadas

Infinitos mosaicos cargados de futuro

La sed desmedida por las 'antigüedades de sangre'

La animación europea reúne fuerzas en Cartoon Movie