Por Redacción en español con EFE
"Declaro abierto el carnaval de la democracia", anunciaba viernes el Rey Momo en Río de Janeiro, celebrando el fracaso de la intentona golpista del 8 de enero.
Y asi comenzaban cinco días de jolgorio para 46 millones de brasileños dispuestos a entregarse a la juerga desenfrenada.
En el sambódromo de Sao Paulo las "escolas" de samba vuelven con sus majestuosos desfiles, por los que el público tiene que pagar. En cambio los "blocos" o las comparsas típicas de los carnavales, son diversión gratuita para todos.