La explicación detrás de la creciente base de fans de este animal se reduce a esto: son monísimos, y de alguna manera personifican todos los anhelos que tenemos de un estilo de vida más relajado, en una era de doomscrolling.
PUBLICIDADLos capibaras están de moda.
¿Capi-quiénes?
Los capibaras.
Estos son los roedores más grandes del mundo, pueden medir hasta 134 cm de largo y pesar más de 60 kg. Originarios de Sudamérica, estos herbívoros semiacuáticos, bastante sociables, son básicamente cobayas gigantes que, como dato curioso, suelen darse un festín con sus propias heces. Además, su nombre es muy divertido de pronunciar.
¡Pruébalo!, te esperamos.
Ahora que estás encantado, prepárate para ser iluminado, ya que puede que te interese saber que su nombre común deriva del tupí kaá, que significa hoja, píi, (delgado) y ú (comer); sería entonces: animal que come hojas delgadas, o que come hierba, si se quiere ser más prosaico.
El capibara se ha convertido en una especie de sensación viral; con una avalancha de fotos, vídeos y memes que acumulan millones de visitas, especialmente en TikTok e Instagram.
Incluso han sido bendecidos recientemente con su propio póster de Barbie.
Capi-barbie. ¿Cómo no amarlos?
Pero, ¿por qué están teniendo tanto éxito estos animalitos de Internet?
Pues bien, la tendencia se volvió estratosférica cuando una canción de un artista ruso —_Сто-Личный Она-Нас (Sto-Lichnayii Ona-Nas)_— se hizo viral en TikTok. Con el audaz título de "Capibara" y la letra "Ca-pi-bara capibara capibara capibara capibara capibara capibara" (¿de dónde sacan la inspiración?), y así todo creció/explotó/se incrementó.
Puedes escucharla por tu cuenta y riesgo, ya que tiene el poder de "Baby Shark".
Llámalo capi-nacimiento
La cuestión es que las tendencias en Internet tienen una vida útil corta, especialmente en TikTok, que parece aferrarse a un tema en particular; pasar de cero intereses (o suavemente a fuego lento) a "Oh, Dios mío, hagamos que la vida gire en torno a esto", y luego volver a bajar en cuestión de días, o como mucho, semanas. Es un resumen bastante preciso de la capacidad de atención moderna.
Aun así, la moda de los capibaras parece ser de teflón para el rápido ciclo de las tendencias, y su creciente viralidad no parece que vaya a irse pronto a ninguna parte.
Estos animales ya eran admirados colectivamente en Japón desde hace años, gracias al capibara de dibujos animados ‘Kapibarasan’, lanzado a principios de la década de 2000, por el fabricante de juguetes Bandai.
En 2010, un capibara llamado Caplin Rous se convirtió en una sensación de YouTube y, ocho años más tarde, Katsuhito Watanabe compartió vídeos de estos animales dándose baños de yuzu, lo que propulsó aún más al animal al estrellato.
El siempre tranquilo capibara dio paso a memes que se pusieron de moda, con lo que promovía la tolerancia y un aura general de afabilidad.
Luego llegó el vídeo viral "OK I pull up", que hizo las delicias de todo el mundo —a pesar de la probable situación de estrés que debió infligir a ese pobre bribón—, con un comentario en el vídeo original de YouTube que pronosticaba: "este es el vídeo que lo empezó todo; es un pedazo de historia".
PUBLICIDADComo suele ocurrir en Internet, ciertas tendencias pueden reapropiarse, y el capibara llegó a convertirse en un símbolo del anticapitalismo en Buenos Aires. De hecho, en 2021, los capibaras se comieron toda la hierba de un barrio privado de Argentina, construido en lo que originalmente era el hábitat de los capibaras. Cue: Camarada Capibara.
Así que, aunque el reciente aumento de popularidad tiene mucho que ver con la canción antes mencionada y con la forma en que la gente utiliza el audio en vídeos cada vez más creativos, la explicación detrás de la creciente base de fans de este animal se reduce a esto: son monísimos, y de alguna manera personifican todos los anhelos que tenemos de un estilo de vida más relajado, en una era de doomscrolling.
En lugar de agobiarse con los conflictos, la inestabilidad política, las recesiones, la cultura del ajetreo y la amenaza ya no tan inminente, pero muy poco real, del cambio climático; la gente prefiere buscar cualquier fuente de consuelo o serenidad potencial en tiempos caóticos. Y esto ha aterrizado en las caras meditativas y sanas de los capibaras, a través de páginas como Capybara.affirmations.
Puede que aquel usuario de YouTube tuviera razón; tal vez esta sea una pieza de la historia que nos devuelva la atención, nos inste a pararnos y mirar fijamente, por citar a William Henry Davies, y nos conduzca colectivamente hacia una utópica Shangri-La materializada, en la que la humanidad ya no olvide ser amable con los demás. Todo a imagen y semejanza de nuestros guías espirituales roedores.
O simplemente nos daremos más baños y pasaremos a la siguiente moda, una vez agotada esta; ¿quizá los pudus?, son los ciervos más pequeños del mundo y son monísimos.
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