Hasta hace poco, la iglesia de novecientos años de antigüedad estaba a merced de las mareas.
PUBLICIDADEn el atrio de la Basílica de San Marcos de Venecia, las bases de mármol rojo de las columnas están carcomidas.
Otros zócalos están tan destrozados que hay que sujetarlos con correas improvisadas. Faltan trozos del suelo de piedra y los relucientes mosaicos dorados de las paredes están perdiendo teselas.
Son signos de décadas de daños por el agua. Hasta hace poco, la iglesia de novecientos años de antigüedad se encontraba regularmente a merced de las mareas.
Ahora, con unas barreras protectoras de cristal y una restauración de 3,3 millones de euros se espera devolverle su antiguo esplendor.
Las inundaciones devastan la Basílica de San Marcos
La Basílica de San Marcos, asediada durante décadas por la subida de las mareas, recibió un golpe devastador en 2019.
Ese año, en noviembre, la ciudad italiana sufrió la segunda peor inundación -o acqua alta- que se recuerda, causando dos muertos y daños por valor de cientos de millones de euros.
La frágil basílica bizantina se inundó de agua salada y sufrió daños irreparables.
El agua salada es especialmente dañina, ya que deja cristales de sal en la mampostería. Estos cristales se expanden, agrietan las piedras y desprenden los mosaicos de las paredes. Las losas de mármol del atrio son especialmente vulnerables, ya que, durante las obras de restauración del siglo XIX, se retiraron y volvieron a pegar con cemento dePórtland.
"En contacto con el agua y el cloro sódico, este cemento es especialmente agresivo", explica el arquitecto jefe de la basílica, Mario Piana.
Las barreras de cristal salvan la Basílica de San Marcos de las mareas
A pesar de la finalización del proyecto MOSE de parapetos amarillos hinchables que se elevan y bloquean las mareas altas, la Basílica de San Marcos sigue en peligro.
El atrio de la iglesia se encuentra a sólo 65 centímetros sobre el nivel del mar, lo que la convierte en el punto más bajo de la ciudad.
Las barreras MOSE únicamente se levantan cuando se prevé una marea alta de 110 centímetros o más, por lo que hasta hace poco la edificación seguía inundándose con regularidad, y cada vez más debido a los efectos del cambio climático y la subida del nivel del mar.
La primera fase del proyecto para proteger la Basílica de San Marcos de la subida de las mareas concluyó el pasado diciembre. En ella se instalaron barreras de cristal alrededor del perímetro, hundidas en el suelo y de un metro de altura.
Ahora impiden con éxito que el agua se filtre en la iglesia, incluso cuando la plaza exterior está bajo el agua.
La Basílica de San Marcos será restaurada por 3,3 millones de euros
Ahora se está trabajando para reparar y restaurar los elementos dañados por las inundaciones gracias a una subvención de 3,3 millones de euros del Ministerio de Cultura italiano.
"Somos conscientes de que estamos utilizando recursos públicos por el bien de la humanidad", asegura Bruno Barel, uno de los siete procuratori que supervisan la conservación histórica de San Marcos.
La empresa veneciana que lleva a cabo el trabajo aseguró que acabaría las obras dentro de dos años y cuatro meses.
Durante la presentación del proyecto, Piana explicó que las intervenciones se centrarán en el revestimiento de piedra del atrio, donde la cristalización salina ha sido especialmente dañina.
PUBLICIDADPara ello, se retirarán losas de mármol y se "desalinizarán", sumergiéndolas en agua desionizada. También se reparará el suelo de mosaico analizando material fotográfico y de archivo de principios del siglo pasado.
También se trabajará en la capilla del Santísimo Sacramento, en el transepto sur de la basílica, que quedó sumergida durante la crecida de noviembre de 2019.
Esto provocó que el lecho bajo el mosaico se hinchara, con unos dos metros cuadrados gravemente perjudicados.
Estas decoraciones de mosaico del siglo XII-XIII en la base del altar de la capilla se someterán a restauración mediante la eliminación del mortero dañado, la neutralización de la sal presente en los azulejos y su reinstalación con una base impermeable.
"La reinstalación de estas secciones respetará las ondulaciones e inclinaciones de las superficies iniciales", asegura Piana.
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