Célebre por sus vídeos humorísticos y sus icónicas frases, esta propietaria de 59 años de una megatienda en Roma ha cosechado un enorme número de seguidores en Internet. ¿A qué se debe el repentino éxito de Angela?
PUBLICIDAD"Ci penso io" ("¡Yo me encargo!")
Esta respuesta tranquilizadora, un deus ex machina que viene a calmar hasta al más ansioso de los compradores, se ha convertido en el lema de la última sensación de las redes sociales en Italia.
Se trata de Angela, de 59 años y origen chino, propietaria de "An Megastore", una tienda de descuentos situada en la periferia sur de Roma.
En los últimos meses, esta vendedora local se ha convertido en una auténtica estrella y un fenómeno cultural. Sus cuentas de Tik Tok e Instagram suman medio millón de seguidores y sus vídeos 15,2 millones de "me gusta" en la primera plataforma.
La premisa de sus vídeos es sencilla: Angela ayuda a sus clientes con cualquiera de sus peticiones, por extravagantes que sean. Pero la clave de la popularidad de Angela ha sido su alegre personalidad y sus memorables eslóganes, que dan vida al marketing online combinando una astuta estrategia comercial con la comedia en las redes sociales.
¿Cómo se produjo el meteórico ascenso a la fama de la dueña de la tienda? ¿Qué implicaciones sociales tienen sus vídeos? Euronews Cultura echa un vistazo a la persona que está detrás de la cámara y del mostrador.
Bella fisica", la sensación de las redes sociales
Un paseo por una desaliñada callejuela del barrio Ostiense de Roma lleva hasta un escaparate, coronado por un cartel que reza "An Mega": la puerta de entrada al reino de Angela.
Aunque suene majestuoso, si parpadea no verá la tienda, ya que su aspecto exterior es muy discreto. Al entrar en la tienda -un laberinto con una mareante miríada de productos- se encuentra a Angela trabajando en la caja, oculta tras una enorme mascarilla rosa.
No parece el escenario de un fenómeno mediático. Y, sin embargo, Angela está consagrada en la cultura popular italiana, convirtiendo su tienda en lugar de peregrinación para los fans deseosos de fotografiarse con la sencilla propietaria.
¿Qué ha convertido en pocos meses a una empresaria local en la realeza de Internet? Detrás de los vídeos de An Megastore hay un formato claro y conciso, que ha calado hondo entre los espectadores.
En cada vídeo, un cliente diferente acude a Angela con la necesidad desesperada de un producto específico, para el que ella recurre a sus recursos y encuentra una solución, todo ello para demostrar su principal argumento de venta: que su tienda, como ella afirma, tiene "de todo".
Las peticiones son a menudo de naturaleza extraña, y el humor característico de los vídeos se basa en el comportamiento alegre de Angela y sus respuestas dulces, aunque sutilmente sarcásticas, así como en malentendidos lingüísticos.
"Quiero cambiar de iPhone... pero la página web dice que [el 15] sale en noviembre. Sé que podéis ayudarme, porque lo tenéis todo por adelantado, ¿verdad?", pregunta un cliente en un vídeo. Angela le asegura que puede hacer lo que parece imposible, pero acaba mostrándole a la desconcertada clienta un juego de secadores de pelo .
Algunos de los vídeos de Angela tienen un toque más cinematográfico y evitan la promoción directa del producto. En algunos de sus últimos vídeos, la propietaria se disfraza de Zorro y Barbie, canta música china en un concurso de talentos ("An.Mega's Got Talent") y organiza citas a ciegas con sus clientes.
A lo largo de sus clips, Angela se ha hecho especialmente famosa por sus icónicos eslóganes.
"¡Bella fisica!" (una traducción gramaticalmente incorrecta de "hermoso físico"), llama a una joven clienta, Michela, que aparece regularmente en sus vídeos pidiendo consejo sobre moda. La frase se ha hecho tan famosa que ha dado pie a memes e incluso a la parodia de un vídeo musical.
Ahora, apenas unos meses después de su debut en las redes sociales, la fama de Angela en Internet se ha trasladado al mundo real.
En su tienda, los clientes la paran a menudo para pedirle fotos o vídeos, y ella disfruta cada segundo.
PUBLICIDAD"Estoy contenta, allí donde voy la gente me reconoce, en cualquier tienda, incluso en el aeropuerto", explica Angela a Euronews Culture.
De la China rural a la Ciudad Eterna: ¿Quién es Angela?
Puede que el público italiano acabe de conocer a Angela y su tienda, de la que es propietaria desde hace seis años. Pero pocos conocen el viaje que la trajo a Italia, y por qué decidió despedirse de su tierra natal.
Angela, que hace 40 años abandonó la ciudad rural de Qingtian (China) por una formación textil, claramente visible en su inclinación por la alta costura, recuerda vívidamente la pobreza que la empujó a emigrar de su tierra natal.
"El país era tan pobre entonces... que todo el mundo quería irse", cuenta. "Mi primo ya vivía en Italia, en Bolonia, así que vinimos un grupo de 10 personas".
Pero su mudanza no se detuvo al llegar a las costas del Bel Paese; de hecho, Angela vivió en varias ciudades italianas antes de establecerse finalmente en la capital del país.
PUBLICIDAD"Viví en Bolonia, Milán, Palermo, Sicilia e incluso Roma", cuenta.
Como era de esperar, una vida en movimiento vino acompañada de importantes luchas, y fue seguida por la sombra amenazadora de los estereotipos étnicos y el racismo.
"Cuando llegué a Italia, las cosas eran más difíciles que ahora, había muchos estereotipos", recuerda, "la gente decía cosas como 'si te haces amiga de un chino, te hará rica'".
Pero Angela no sólo se ha hecho un nombre en Italia, sino que ahora tiene dos hijos nacidos y criados en Italia, entre ellos Alessandro, de 31 años, que ayuda en la tienda y cuyo acento delata inmediatamente su educación romana.
De hecho, Angela no tiene familia directa en China, ya que todos sus parientes se trasladaron a Italia. Sin embargo, vuelve con frecuencia a visitar a sus amigos y constata la mejora de las condiciones de vida, a pesar de sentir Italia como su hogar.
PUBLICIDAD"Ahora las cosas están mejor y más limpias allí que en Europa", bromea, "pero ahora quiero y pienso quedarme en Italia".
¿Disputas entre bastidores? Cómo se hacen los vídeos de Angela
La calidad espontánea y casi amateur de los vídeos de An Megastore les confiere una apariencia despreocupada, que hace que uno no piense demasiado en lo que se esconde detrás de cada clip.
Pero en el fondo se trata de una estrategia de marketing cuidadosamente elaborada.
En realidad, los "clientes" del vídeo son profesionales contratados por una agencia de comunicación (Enne), que trabaja con diferentes empresas para ayudarles a aumentar sus seguidores en Internet.
Atraído por su estilo cinematográfico y desesperado por romper con la "aburrida" monotonía de la vida en la tienda, Alessandro, el hijo de Angela, se puso en contacto con Enne a finales del año pasado. La agencia dio con una fórmula de vídeo clara, la de presentar la tienda como una especie de Amazon en la vida real, manteniendo todo en stock, y ahora gestiona los perfiles de redes sociales del establecimiento junto con Alessandro.
PUBLICIDADPero la estrategia de la megatienda en las redes sociales no ha estado exenta de ensayo y error. De hecho, Angela ni siquiera era la estrella original del programa.
En los primeros clips, que datan de enero, aparecía una dependienta. Pero tras algunos desacuerdos con la agencia, Angela decidió intervenir, con excelentes resultados.
"En cuanto Angela empezó a aparecer en los vídeos, el interés del público fue inmediato", explica a Euronews Culture Christian Carboni, cofundador de Enne, subrayando "el crecimiento fue exponencial, contar con ella fue la decisión perfecta".
Tal ha sido el éxito de los vídeos de Angela que hasta los propios "clientes" de pega han cosechado su propia fama.
La novia de Christian, Michela Rullo (o la bella física de Angela) se ha convertido en la mayor coprotagonista del programa, y algunos de los vídeos que protagoniza superan el millón de visitas.
PUBLICIDADAfirma no haber sido contratada por Enne, y colaborar con Angela por amistad y buena voluntad. Y ahora siente las repercusiones de la fama.
"Me reconocen todo el tiempo, sobre todo los niños, pero también los adultos", dice, "incluso se me acercó gente cuando estaba de vacaciones en Mykonos".
A primera vista, la colaboración entre Enne y An Megastore parece un matrimonio perfecto. Pero, ¿es todo tan de color de rosa entre bastidores?
A principios de este mes, parecía que las cosas no estaban tan tranquilas en el reino de Angela, tras unos supuestos desacuerdos entre la tienda y la agencia sobre la gestión financiera de las páginas de las redes sociales y la dirección creativa de los vídeos.
Christian ha desmentido estas afirmaciones, asegurando que "nunca" ha habido fricciones y que la agencia Enne sigue trabajando con la tienda.
PUBLICIDAD"Hubo discusiones tranquilas sobre la dirección de nuestros contenidos", declaró. "No hay problemas por el momento. Todo va bien", aseguró.
Así lo confirmó finalmente el propio Alessandro a finales del mes pasado, quien afirmó que An Megastore y Enne habían llegado a un acuerdo y mantenían su relación profesional.
Como demuestra la continua aparición de Michela y Christian en vídeos recientes, parece que el matrimonio de Enne y An Megastore sigue intacto, con una condición: que la agencia se quede con la totalidad de los beneficios derivados de la actividad en redes sociales de la página.
"Gestionaremos el 100% del contenido de las redes sociales", confirma Christian.
¿Luchar contra los estereotipos étnicos o reforzarlos?
A medida que el éxito de Angela sigue creciendo, su contenido ha empezado a plantear algunas cuestiones algo más espinosas, para las que quizá no tenga una solución rápida: cómo se representa a los chinos y su cultura.
PUBLICIDADEl racismo sigue proliferando en Italia y la hostilidad contra la comunidad china se acentuó especialmente tras la pandemia del COVID-19. De hecho, los prejuicios antiasiáticos se han extendido por todo el país. De hecho, los prejuicios antiasiáticos están tan arraigados que a menudo se cuelan en los principales medios de comunicación italianos. Ya en 2021, el popular programa de televisión Striscia la notizia fue ampliamente condenado por incluir un sketch en el que sus presentadores se burlaban del acento y los rasgos faciales chinos.
En este contexto, el éxito de Angela puede verse como un síntoma de la persistencia de estereotipos raciales o como una señal de que Italia está más dispuesta a acoger a las comunidades inmigrantes y a comprometerse con ellas.
Parte del humor de los vídeos de Angela -en concreto, el eslogan bella fisica- procede de sus errores gramaticales. Y algunos comentarios más malintencionados lo han aprovechado para burlarse de la pronunciación de Angela, aludiendo a estereotipos chinos comunes.
"La estrategia de marketing viral de An Megastore se inscribe en la consolidada tradición de explotar los estereotipos culturales con fines cómicos", afirma Laura Leuzzi, historiadora del arte nacida en Roma en la Universidad Robert Gordon de Escocia. "La reivindicación de tales estereotipos está muy extendida entre los cómicos de stand up italianos, irlandeses, indios y chinos en YouTube e Instagram hoy en día, por ejemplo, y tiene una larga tradición".
"Su éxito, creo, no es señal de una relajación de la ola racista que estamos presenciando en Italia", añadió.
PUBLICIDADEl éxito de Angela puede ser un arma de doble filo, ya que la propietaria de la tienda puede haber alienado a la comunidad china, según su hijo, Alessandro. Angela, sin embargo, cree que todo es cuestión de tecnología.
"Nuestra comunidad no ve esos vídeos", bromea despreocupada, "sólo los jóvenes".
Pero Angela y su hijo, que admiten haber sido víctimas de prejuicios raciales, niegan que sus vídeos tengan implicaciones negativas y afirman que les han servido para reivindicar su identidad.
"Si quieres visibilidad, tienes que trabajar en las cosas que van a tener éxito", afirma Alessandro, "y si yo no puedo criticar o burlarme de mi comunidad, ¿quién puede hacerlo? Veo lo bueno y lo malo", afirma.
De momento, An Megastore no da señales de detenerse. Los vídeos de la tienda superan regularmente las 100.000 visitas, y puede que incluso se esté preparando una aparición en televisión, aunque los detalles siguen siendo confidenciales.
PUBLICIDADEs difícil predecir si la popularidad de Angela en Internet seguirá creciendo y la situará en el panteón de las deidades mediáticas de Italia, sobre todo en el voluble reino de las redes sociales.
Pero a la dueña de la tienda no parecen importarle esas preocupaciones. Ha decidido vivir el presente y dejar que el destino decida por sí mismo.
"De momento, me gusta cómo están las cosas", comenta Angela. "Luego ya veremos", concluye.