La ópera podrá verse a varios metros de altura, y a partir del 9 de julio, en la cantera de Sankt Margarethen im Burgenland, muy cerca de Viena y en la frontera con Hungría.
¿Cómo se convierte una cantera en el mayor escenario al aire libre de Europa? La respuesta se encuentra a pocos kilómetros del lago Neusiedl, en su lado austríaco, o Fertő, en el húngaro. La cantera de Sankt Margarethen im Burgenland, situada unos kilómetros al sur de Viena y poco antes de cruzar la frontera austrohúngara, representará este verano la ópera 'El holandés errante', de Richard Wagner.
La puesta en escena de esta ópera ha requerido casi dos años de preparativos para crear un decorado y una representación dignos del imponente escenario en el que se celebrará. Daniel Serafin, director artístico de la ópera, explica que el equipo creativo se reunió primero para estudiar el aspecto del escenario y luego para fabricar los elementos del decorado: un proceso que duró varios meses antes de que las piezas se instalasen en la cantera. Luego vinieron los ensayos.
Los decorados más grandes y pesados se movieron a máquina y los más ligeros a mano. Por ejemplo, las paredes de la casa de Senta las mueve un técnico durante la representación con poco esfuerzo, como demuestra a 'Euronews' el director de escena, Attila Galácsi. La superficie de representación es de unos 950 metros cuadrados, con algunos elementos del escenario entre 19 y 22 metros de altura. Las rocas de la cantera son parte integrante del decorado.
El tiempo también es un reto importante. Los decorados están construidos para resistir el viento y la lluvia. Attila Galácsi explica que hay varias estaciones de medición en la zona de la cantera, que miden la cantidad de lluvia y la fuerza del viento. A partir de cierto nivel, pueden decidir parar o cancelar el espectáculo.
El director Philipp Krenn explica que no solo las rocas de la cantera, sino también la puesta de sol, se incorporaron a la representación de 'El holandés'. Krenn explica que la obra está muy influenciada por el tiempo y la naturaleza como con, por ejemplo, el piar de los pájaros sobrevolando el escenario. Durante la representación los asistentes estarán conectados con la naturaleza, al igual que el protagonista de la ópera.
El director también ha hablado de las dificultades del periodo de ensayos. En mayo y junio, la temperatura sobrepasó varias veces los 30 grados centígrados, lo que hizo muy difícil trabajar en la cantera, donde la única sombra la proporciona el decorado. Los trabajadores intentan beber mucha agua y llevar sombreros. Como la representación empieza de día y acaba de noche, a menudo trabajan hasta el amanecer para preparar la iluminación. Para entonces ya están luchando contra el frío. Philipp Krenn dice que guarda un abrigo de invierno en su camerino junto a su gorro de verano, porque tiene que ponérselo por la noche.
En el enorme escenario actúan entre 60 y 65 artistas a la vez, y los espectaculares elementos escenográficos empequeñecen al ser humano, como las olas del mar. El director ha prometido que será un espectáculo asombroso ver surgir del mar al barco con los marineros a bordo.
La cantera, propiedad de la familia Esterházy, funciona desde la época romana. Actualmente es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. También es la fuente de los materiales de construcción de muchos de los edificios emblemáticos de Viena, como la catedral de San Esteban, que sigue abasteciéndose desde el otro lado del teatro para reparaciones y mantenimiento.