Las nuevas monedas de Federico X ya circulan en Dinamarca y esta vez han sido fabricadas en España. El Banco Nacional danés mantiene el control y la supervisión del proceso.
Tras la abdicación de Margarita II de Dinamarca, era solo cuestión de tiempo que el nuevo rey, Federico X, estrenara sus propias monedas, como dicta la tradición danesa. Lo inesperado es que esas piezas no se han acuñado en el norte de Europa, como era lo habitual, sino en la Real Casa de la Moneda en España.
Las primeras monedas con el rostro del nuevo monarca danés están en circulación desde el 2 de diciembre, pero la Casa Real danesa ya anunció en enero que dejaría de producir sus coronas en territorio finlandés y que trasladaría la fabricación a España para los próximos cuatro años.
El Banco Nacional de Dinamarca subraya que continúa realizando de manera directa la verificación de calidad y el control del proceso, a pesar de que la acuñación se haya externalizado. "La producción en España se realiza bajo exigentes requisitos de seguridad", señala la institución, que mantiene supervisión constante.
Desde 2017 y hasta 2024, la acuñación de la moneda danesa estuvo a cargo de la Casa de la Moneda de Finlandia. Al expirar ese contrato, el Banco Nacional de Dinamarca abrió un concurso público en el ámbito de la Unión Europea para seleccionar a un nuevo proveedor. La Real Casa de la Moneda española, con instalaciones en Madrid y Burgos, resultó adjudicataria al presentar la oferta más ventajosa, tanto en precio como en calidad y criterios de responsabilidad social corporativa.
Un diseño que mantiene la tradición
El retrato de Federico X que aparece en las nuevas monedas ha sido realizado por la escultora Eva Hjorth, mientras que el diseño general corresponde a Jeanette Skov Jensen, jefa de diseño del Banco Nacional. Con esta emisión, Dinamarca preserva una tradición centenaria: las monedas de mayor valor deben llevar el retrato del monarca reinante en su anverso, acompañado del escudo real o elementos vinculados a él.
"Con las nuevas monedas continuamos una tradición de siglos de incluir el retrato del soberano en las piezas de mayor denominación", explicó Niels Kaas, tesorero jefe del Banco Nacional, a la emisora pública 'DR'. Desde los orígenes de la moneda danesa, la iconografía real ha sido un elemento esencial: ya fuese mediante el retrato, el nombre o el monograma, la presencia del monarca servía como garantía del valor y composición de cada pieza.
La buena relación entre las dos casas reales
La decisión de trasladar la producción a España ha suscitado preguntas sobre si la buena relación personal entre el rey Felipe VI y Federico X pudo haber favorecido el acuerdo.
Aunque ninguna de las instituciones implicadas ha atribuido la decisión a factores diplomáticos, lo cierto es que ambos monarcas mantienen una relación fluida y cordial, reforzada por múltiples encuentros oficiales y vínculos históricos entre ambas casas reales.
Lo que sí han subrayado las autoridades danesas es que el cambio responde a criterios de capacidad técnica, eficiencia y seguridad, factores en los que la Real Casa de la Moneda española tiene amplia experiencia y reconocimiento internacional.