Una vez al año las autoridades prueban estas gigantescas compuertas de contención en un país en el que la subida del nivel del mar supone una enorme amenaza.
Cada una de sus compuertas es tan grande como la Torre Eiffel, y mantiene a salvo a un millón y medio de personas. La impresionante barrera de Maeslant, en el puerto de Róterdam, cierra sus compuertas si prevé que el nivel del agua vaya a subir tres metros o más. Unas cifras que, para Países Bajos, serían devastadoras.
"En 25 años hemos cerrado el puerto dos veces", cuenta Marc Walraven, asesor principal de la barrera. "Esperamos cerrarla más a menudo en el futuro, por supuesto".
"Originalmente, esta barrera se diseñó para una vida útil de 100 años y ya en el diseño nos encontramos con unos 50 centímetros de subida del nivel del mar, por lo que ya está en el diseño", continúa Walraven. "Pero, por supuesto, no podemos mirar tan específicamente en el futuro, así que esperamos que en algún momento entre 2060 y 2090 tengamos que hacer alteraciones".
Una cuarta parte de los Países Bajos se encuentra por debajo del nivel del mar. Según la ONU, el nivel del mar está subiendo el doble de rápido que en el siglo XX. La barrera se pone a prueba una vez al año, atrayendo a una multitud de curiosos que, aseguran, no están preocupados.
"Nos hemos acostumbrado a la idea de que siempre se nos ocurrirá algo", opina uno de los espectadores. "Si podemos pensar en algo así, entonces también podemos hacer frente a otro medio metro, o a un metro y medio más, ¿no?".
La innovación es también la respuesta adecuada para Minke van Wingerden, empresaria local del puerto de Róterdam. Su granja flotante tiene 40 vacas, cuya leche se procesa bajo techo. La idea surgió tras el paso del huracán Sandy por Nueva York en 2012, que hizo que la comida se agotara rápidamente. Minke tiene claro que más vale prevenir que lamentar.
"El suministro de alimentos en una ciudad depende en gran medida de la logística", explica Van Wingerden. "Y si algo se inunda, ya no hay logística. Entonces se nos ocurrió la idea de que si construyes adaptándote al clima, es decir, subiendo y bajando con la marea, sobre el agua, dependes menos de la logística".
De hecho, se trata de una idea que se está extendiendo: Singapur y Dubai ya han manifestado su interés por abrir sus propias granjas flotantes.
A medida que el país se enfrenta a la subida del nivel del mar, barreras como el Maeslantkering hacen que la gente confíe en que este país tiene lo que hay que tener para capear el temporal.