Un estudio de la Universidad de Lisboa publicado en 'Nature Geosciences' revela una fisura en la placa tectónica cerca del Cabo de São Vicente. El hallazgo podría aclarar el origen del devastador seísmo de 1755 y de otros terremotos sentidos en Portugal, incluido el de 1969.
En Portugal, durante décadas, los geólogos han buscado una justificación para el gran terremoto de 1755 en Lisboa, con una magnitud estimada de entre 8,5 y 8,7 en la escala de Richter, aunque nunca lo han conseguido. Pero una fisura en la placa tectónica a 200 kilómetros de la costa del Cabo de São Vicente (Sagres) podría explicar los seísmos de la capital portuguesa.
Esta fisura, que acaba de ser descubierta, lleva formándose al menos cinco millones de años, según un estudio de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa publicado ahora en la revista 'Nature Geosciences'.
El terremoto de 1969 que sacudió Lisboa y otras regiones de Portugal se originó en la llanura abisal de Ferradura, una formación geológica del océano Atlántico situada no lejos de la montaña submarina de Gorringe Bank, en la frontera entre las placas tectónicas euroasiática y africana.
Al tratarse de una formación geológica plana sin fallas sísmicas conocidas, el origen del terremoto de 1969 siempre ha desconcertado a los científicos. Sin embargo, el descubrimiento de "una porción de la placa tectónica que se está separando" en un proceso conocido como 'delaminación' puede llegar a explicar este fenómeno, afirma João Duarte, uno de los investigadores coautores del estudio, geólogo, profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa e investigador del Instituto Dom Luiz, citado por la agencia Lusa.
¿En qué consiste el proceso de delaminación?
La delaminación se produce porque la placa tectónica está sufriendo una fractura horizontal, como si la roca estuviera separada por una cuchilla, abriendo una fisura que hace que la parte inferior se hunda. Esta parte inferior de la placa ya ha alcanzado una profundidad de 200 kilómetros en el manto terrestre, cuando lo normal son 100 kilómetros.
El hecho de que la parte superior de la placa permaneciera en posición horizontal sin cambios dificultaba la observación del fondo marino y, por tanto, el descubrimiento de este cambio geológico.
Este fenómeno sólo se descubrió gracias a una especie de "ultrasonido terrestre", explicó João Duarte, a través del cual fue posible darse cuenta de que el proceso de separación de las placas se está produciendo lentamente desde hace entre cinco y diez millones de años.
"Realizamos un estudio en el que colocamos sismómetros en el lecho marino durante ocho meses para registrar pequeños terremotos. Nos dimos cuenta de que en esa zona había un 'cluster', un grupo de pequeños terremotos a gran profundidad, a unos 30 o 40 kilómetros de profundidad, lo que es un poco anormal. Así que hay una combinación de varias observaciones que apuntan a un proceso que se está produciendo allí y que está generando sismicidad", explicó el investigador, citado por Lusa. Los investigadores también utilizaron modelos informáticos para simular el llamado proceso de delaminación.
¿Cómo se forman los terremotos?
Los terremotos son el resultado de la fricción creada y la energía liberada en el movimiento de las placas tectónicas. Aunque la estructura geológica descrita en el estudio no es una falla sísmica y, sin embargo, tiene capacidad para generar terremotos, se debe a que el corte estratificado realizado en la placa no deja un espacio vacío. En otras palabras, este vacío está relleno, lo que permite que la energía se acumule y se libere.
João Duarte, citado por Lusa, dijo que veía la instalación de una nueva generación de cables submarinos, cables de comunicaciones que conectan las dos orillas del Atlántico, pasando por los archipiélagos de las Azores y Madeira y también por la zona de la Llanura Abisal de la Herradura, como una oportunidad para prevenir los terremotos.
Cabe recordar que el último terremoto que se sintió en Lisboa y sus alrededores ocurrió el 17 de febrero de 2025, con epicentro situado a unos 14 km al suroeste de Seixal. Este terremoto tuvo una magnitud de 4,7 en la escala de Richter.