Los dirigentes de Bruselas admiten que es un verdadero problema: esa distancia que separa la Unión Europea de sus ciudadanos.En tiempos de grave crisis económica, es crucial que la población se sienta más europea y que así, haga uso de sus derechos.
Las encuestas de opinión muestran que la mayoría de los ciudadanos no solo ignoran sus derechos, también confían menos en las instituciones de Bruselas. Una desconfianza que se ha agravado en estos últimos cinco años.
En un país como Irlanda, en el que existe un verdadero debate sobre el papel que desempeña Bruselas, es particularmente dificil ganarse el corazón de la gente.
Declan Meenagh, diplomado en informática, intenta entender este rechazo. A sus 23 años, Declan, cuya visión es reducida, está actuamente en paro. Para él, “la UE nació de la solidaridad y creo que es muy importante que esa solidaridad persista. No podemos vivir en una Unión en la que tanta gente está sin empleo y sufre. Creo también que deberíamos pensar en extender los derechos humanos en toda Europa. Y también, como cada vez ocurren más cosas en línea, a nivel digital, deberíamos pensar en cómo la UE podría defender nuestros derechos a través de internet.”
Declan asistió a un debate que organizó la Comisión Europea a principios de enero sobre esta cuestión y que se inscribe en una iniciativa llamada “Diálogo Ciudadano”. Estos debates tendrán lugar en otros países de la Unión a lo largo de 2013.