PUBLICIDADLuca Parmitano está haciendo historia a cientos de kilómetros de distancia de la Tierra. Es el astronauta más joven que participa en una misión de larga duración en la Estación Espacial Internacional (EEI). Tiene 36 años, es italiano y está en la Estación Espacial desde hace unas semanas.
Parmitano segura que vivir en una estación espacial es una esperiencia my sensorial porque todo se percibe de manera diferente: “Todo lo que damos por sentado no se aplica aquí. Y cada vez que miro a mi alrededor pasa algo nuevo, tengo una sensación diferente”.
Aunque el entrenamiento previo es bastante intenso e incluye períodos en la Tierra donde viven en réplicas de la Estación Espacial Internacional, lo más difícil es acostumbrarse a estar sin gravedad, asegura el astronauta: “Lo que antes estaba quieto en el suelo, ahora es imposible. Las cosas flotan y no se pueden poner en ningún sitio. Siempre hay que pegarlo a una tira de velcro o a otra cosa. Aquí hay que pensar al revés, las cosas que son fáciles en la Tierra son difíciles en el espacio y viceversa”.
Una de los experimentos en los que está trabajando Parmitano es cómo reducir la pérdida de calcio en las comidas. Para ello, sus compañeros analizan sus propias columnas vertebrales gracias a una máquina de ultrasonidos: “Esto va a revolucionar las pruebas que se realizan en la Tierra porque se podrán analizar los daños que hay en las zonas remotas donde no llegan las resonancias magnéticas o los rayos X. Va a tener una gran repercusión en nuestro planeta”.