Vivir sin trabajo en España

Vivir sin trabajo en España
Por Hans von der Brelie
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Miguel Ángel lleva tiempo intentando levantar cabeza. Este joven de 27 años vive en una de las zonas más castigadas por la crisis y en la provincia

Miguel Ángel lleva tiempo intentando levantar cabeza. Este joven de 27 años vive en una de las zonas más castigadas por la crisis y en la provincia con más paro de España, Cádiz. El porcentaje de desempleo en su ciudad, Jerez de la Frontera, alcanza el 41%. Un drama social que hace que los parados no vean la luz al final del túnel.

“Llevo 3 años y medio en paro y es desesperante. Llegas a asumir que la vida es así y sigues todos los días. Unos días no tienes ganas de levantarte de la cama y otros días te levantas con ánimo pero para nada, en verdad”, decía Miguel Ángel Vaca.

Miguel Ángel se está preparando para intentar entrar en la Policía. Unas pruebas duras y con mucha competencia. Este año 58.000 candidatos aspiran a conseguir una de las 1.300 plazas. 32.000 personas intentarán hacerse con uno de los 820 puestos que ofrece la Guardia Civil. Esta precariedad laboral impide a muchas personas como Miguel Ángel labrarse un futuro.

“Sí, lo pienso y también me lo recuerdan de vez en cuando. Con mi edad o incluso más joven ya me tenían a mí en el mundo. Lo pienso de vez en cuando y me duele porque me gustaría tener una familia, mi casa y mi mujer pero como no tengo trabajo no puedo hacerlo”, añadía Miguel Ángel.

La hermana de Miguel Ángel también está en el paro. En Jerez 34.000 personas están sin trabajo. Prueba de las pocas oportunidades laborales que hay son los más de 23.000 candidatos que se apuntaron a las 69 ofertas de trabajo que sacó la Junta de Andalucía.

Los datos muestran que la economía española está empezando a remontar pero el paro sigue sigue siendo muy alto.

Las diferencias entre regiones son evidentes. En Extremadura el porcentaje es del 29%, en Andalucía, del 32% y en la ciudad de Jerez supera el 40%.

La hermana de Miguel Ángel, Maribel, tiene 30 años y después de estudiar turismo trabajó un tiempo en el aeropuerto de Jerez. A pesar de su preparación, lleva en el paro cuatro años. Hace un tiempo se apuntó a un grupo de Facebook llamado “Trabajo en Jerez de la Frontera”. La idea es buscar ofertas de empleo y compartirlas a través de esta plataforma.

“Lo primero que hago es consultar el correo para ver si me ha llegado una oferta de trabajo que pueda compartir y después busco en las diferentes web de empleo para ver ofertas y compartirlas en el grupo. Además miro en el grupo si se han compartido esas ofertas”, comentaba Maribel Vacas.

José Ramón lanzó esta iniciativa hace tres años. Cuando este artista y diseñador se mudó a la ciudad andaluza se dio cuenta de que la mayoría de trabajos se encontraban por el boca a boca. Al ver que los jerezanos utilizaban mucho las redes sociales, decidió crear el grupo. El proyecto se extendió como la pólvora y hoy cuenta ya con casi 9.000 miembros.

Para José Ramón, las altas cifras de paro en Andalucía tienen raíces culturales.

“No se puede decir que sea algo cultural pero a mi poco entender es algo que viene de muy atrás, del proteccionismo del Estado. Es más fácil para el Estado dar la subvención que ayudar a trabajar a la gente, que dar la caña de pescar”, decía José Ramón Torrejoyanca.

Las altas cifras de paro tienen múltiples causas. Para la periodista radiofónica Ana Huguet, la principal culpa de este drama la tiene el exdictador Francisco Franco, que incentivó la industrialización del norte de España en detrimento del sur. Según ella, con la vuelta de la democracia, los políticos locales no supieron gestionar la economía y malgastaron el dinero público.

“Si un alcalde gasta en un proyecto faraónico millones de euros y ese proyecto no ve la luz o no tiene resultado, es dinero público que se ha enterrado y que no ha sido una inversión productiva, no ha generado empleo. Si un ayuntamiento tiene una deuda de 1.013 millones de euros, su capacidad inversora es nula”, apuntaba Ana Huguet.

Parte del centro de la ciudad está en ruinas. En los años ochenta unas 22.000 personas trabajaban en las bodegas de vino de Jerez. Hoy, por culpa de la caída de las ventas, las fusiones y la automatización de las bodegas, solo trabajan en el sector menos de 1.000.

Maribel y José Ramón se encuentran con Manuel, un pintor de vehículos que también está en el paro. Es uno de los miembros del grupo de Facebook. Los tres nos comparten las pocas esperanzas que hay de encontrar un trabajo digno.

“A parte de ayudar en el grupo, también tengo gente que se cree que la oferta es mía y que estoy buscando un trabajador y me envían su currículum. Cuando veo cómo está redactado hay muchas veces que lo corrijo y se lo envío bien redactado”, decía Maribel.

“Yo lo que espero del futuro es sentirme persona porque es un sentimiento que no tengo estando desempleado. Hay muchas cosas que me hacen sentir flojo”, añadía Manuel Pena.

Se calcula que la economía sumergida alcanza el 30% en la zona. Como dice Manuel, la precariedad laboral hace que el trabajo en negro esté muy extendido en la provincia.

“Hay mucho trabajo en B y se sabe. De hecho los andaluces somos muy buscavidas. A veces lo lícito y lo no lícito se mezclan”, apuntaba Manuel Pena.

El desempleo conduce a la pobreza pero los lazos sociales siguen siendo fuertes en Jerez. Muchos vecinos son miembros de una de las 43 hermandades. Miguel Ángel es uno de ellos y hoy en vez de preparar los pasos de Semana Santa, trae comida para los más necesitados. Sean pobres o ricos, tengan trabajo o no, todos intentan echar una mano.

“Tenemos que seguir trabajando. Nosotros estamos aquí para recolectar alimentos. Estos 800 kilos que hemos recogido los tenemos que triplicar este viernes. Lo vamos a hacer otra vez y el sábado tenemos la zambomba donde recaudaremos más. Con el dinero que recaudaremos y con los alimentos que hemos recogido lo llevaremos a las ocho familias que estamos ayudando”, decía el presidente de la hermandad de la Sagrada Lanzada de Jerez, Juan Carlos Ruiz Becerra.

La gente ayuda dando comida. Aunque estén muy necesitados, aportan ese kilito de alimentos porque saben que es por una buena causa”, apuntaba el miembro de la hermandad Manuel Ferreira Cordero.

“Venir a la hermandad me ayuda a desconectar de mi vida, me permite evadirme de los problemas que me surgen por no tener trabajo, por no poder llevar la vida que a mí me gustaría y a la vez me da fuerza para buscar proyectos nuevos e intentar alcanzarlos”, concluía Miguel Ángel Vaca.

A pesar de la adversidad, la solidaridad sigue uniendo a los jerezanos. Y más en estas fechas en los que cualquier ocasión es buena para cantar, reír y llorar.

Spain - unemplyoment

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