El gobierno austríaco quiere aprovechar su presidencia de la Unión Europea para favorecer un acercamiento a Rusia
Aunque no ha sido invitado, Vladimir Putin planeará sobre la reunión que los ministros de Defensa y de Exteriores de la Unión Europea celebran a partir de este jueves en Viena.
El presidente ruso sí estuvo en cambio invitado a la boda de la ministra de Exteriores austríaca.
Un indicio de hacia adonde apunta la presidencia austríaca de la Unión Europea. "Viena está llevando a cabo una cierta política de apaciguamiento hacia Rusia", explica Hans Rauscher, columnista de Der Standard. "Putin a veces cede un centímetro de terreno, pero inmediatamente reclama a la Unión Europea que mueva ficha. Como dijo el canciller austríaco, se necesita a Rusia para mantener la paz en Europa. Lo que hasta cierto punto es una banalidad".
A Viena le gustaría convencer a sus socios europeos para que cooperen más estrechamente con Putin, especialmente para resolver la cuestión siria, pero no todos están por la labor. Por ejemplo, Moscú quiere que los europeos aporten fondos para la reconstrucción de Siria, pero la idea carece de sentido para Bruselas, al menos mientras Assad siga en el poder".