Los entresijos de la obra de Mont Saint Michel

En el Mont Saint Michel, la nueva presa permite controlar el flujo de agua entre el río Cuesnon y el mar. El agua arrastra la arena impidiendo que se acumule al pie del islote. Desde que se construyó, la presa ha contribuido a la conservación de la flora y la fauna locales.
Romain Desguée, responsable de la presa del sindicato mixto para la restauración del carácter marítimo del Mont Saint Michel:
"Antes de la construcción de la antigua presa, el agua del mar entraba naturalmente en la ría o volvía al mar, dependiendo de la marea, así que había muchos peces, focas y otras especies que podían entrar en la ría. La antigua presa lo impedía, pero con la nueva, el agua del mar vuelve a entrar y salir del río."
"Durante las obras drenamos la ría Cuesnon, lo que tuvo un impacto en el río, ya que allí existían cañaverales que habían crecido en sus orillas y que eran el hábitat de una cierta especie de aves, un hábitat que tuvimos que replantar en varios lugares de la bahía para compensar esta destrucción."
"¿Anécdotas de la obra? Hay unas cuantas. En una época, había una foca que venía antes de que dejáramos pasar el agua del mar hacia la ría. Se ponía en el agua, a unos 50 metros, y esperaba a que se abrieran las compuertas para entrar en la ría. Cazaba tranquilamente en la ría y cuando dejábamos salir el agua, salía ella también. Cazaba varios kilómetros río arriba y la volvíamos a ver unos días más tarde, saliendo hacia la bahía."