Las últimas elecciones belgas han dejado un mapa político difícil de manejar, con la extrema derecha dominando el norte framenco, las izquierdas el sur francófono, y los ecologistas la capital.
Bélgica se considera a menudo como el laboratorio de Europa. Y de las elecciones del pasado mes de mayo surgió un país dividido.
En la región flamenca del norte han ganado fuerza los partidos de extrema derecha, en el sur francófono, avanzan las formaciones de izquierdas, y en Bruselas dominan los ecologistas.
Euronews ha visitado las tres regiones belgas para entender las claves de esta fractura. Y hemos empezamos nuestra gira en la capital de Europa.