El gobierno garantizar el cuidado de los hijos de las personas que trabajan en el sector médico
En un intento por contener la propagación del coronavirus, Bélgica ha introducido algunas de las medidas más estrictas de Europa, después de Italia.
El gobierno ha decretado el cierre de escuelas y universidades, pero también de bares y restaurantes.
"Las clases se suspenden", anunció Sophie Wilmes, la primera ministra en funciones de Bélgica. Y para garantizar el funcionamiento de los centros de salud añdió que "el cuidado de los niños estará garantizada al menos para las personas que trabajan en el sector de la atención médica".
El gobierno belga ha decidido en cambio que las guarderías sigan abiertas. Se ha pedido a la gente que trabaje desde casa, en casa en la medida de lo posible. Que salgan lo imprescindible. Y respecto a las tiendas, sólo los supermercados y las farmacias mantendrán el servicio normal. El resto deberán cerrar los sábados.
Las pequeñas empresas, en general, y el sector de la restauración, en particular, están preocupados.
"El impacto será enorme. En primer lugar, no sabemos hasta cuando podremos continuar sólo con la comida para llevar y las entregas a domicilio. Esa es la única carta que nos queda, pero si todos trabajan desde casa... No sabemos si será suficiente para pagar los gastos. Porque el alquiler y los costos de electricidad son fijos y no serán más bajos", explica el propietario de un restaurante.
"Tendrá un impacto muy negativo. Aparentemente, no vamos a tener ingresos durante las próximas tres semanas. No sabemos si recibiremos ayuda y a qué nivel. Espero que el Estado nos ayude un poco", concluye el dueño de un bar.
Las medidas entran en vigor el viernes a medianoche y se mantendrán al menos hasta el 3 de abril.