Las protestas contra la vacuna anti-Covid han marcado en fin de semana. Los expertos temen una fractura social entre vacunados y no vacunados. El epidemiólogo Yves Coppieters cree que "sólo la adhesión a todas las medidas y de toda la población nos permitirá limitar los daños de la ola actual."
PUBLICIDADEuropa ha vivido un fin de semana de protestas contra las nuevas medidas anti-Covid. Y en países como Países Bajos y Bélgica, terminaron en enfrentamientos con la policía.
Pero los manifestantes no eran únicamente anti-vacunas. Muchos reivindicaban simplemente el derecho a poder elegir.
Así reaccionaba el primer ministro belga, Alexander de Croo: "Por supuesto que somos un país libre, donde hay libertad de pensamiento, donde existe el derecho a manifestarnos. Pero si una manifestación termina, como esta, con una ola de violencia es inaceptable, especialmente si esta violencia se dirige contra la policía".
Euronews ha visitado un centro de vacunación en Bruselas donde las personas mayores de 65 años han empezado a recibir la tercera dosis, de forma voluntaria.
Y hay división de las opiniones sobre la necesidad de convertirlas en obligatorias, como Austria hará para toda la población a partir de febrero.
"A partir del momento en que estamos ante una pandemia mundial, pienso que para poder salir de esta situación hay que vacunarse. Y si es necesario, tendrá que ser obligatorio como para las otras vacunas", opina una de las mujeres que ha acudido a vacunarse.
"No creo que tenga que ser obligatorio, pero aconsejo a todos que se vacunen para poder salir de este periodo tan complicado", corrige por su parte un ciudadano.
Existe pues un riesgo real de fractura social entre los vacunados y los que no lo están. Y según el epidemiólogo belga Yves Coppieters, para evitarlo es mejor convencer que obligar.
"Se está creando una división en la población entre los que están a favor y los que están en contra, entre los vacunados y los no vacunados. Sabemos que sólo la adhesión a todas las medidas y de toda la población nos permitirá limitar los daños de la ola actual", explica este profesor de la Universidad Libre de Bruselas. "La vacunación es necesaria, sobretodo la de los más vulnerables. Y ciertamente se trata de un equilibrio complicado a nivel político, pero a nivel sanitario sabemos que es necesario adoptar nuevas medidas. Si no, no saldremos de esta. Pero estas medidas deben ser consensuadas y deben pasar por una sensibilización de la población, sobretodo en lo que se refiere a los gestos barrera.”
Como médico, no está a favor de una vacunación obligatoria, a la espera de un mejor conocimiento de su eficacia a largo plazo. Y pide un verdadero debate social para saber si las personas están dispuestas a entrar en un ciclo de inmunizaciones cada x meses.