Toneladas de peces de agua dulce muertos llenaron el jueves la bahía de Volos y los ríos cercanos, después de que las inundaciones del año pasado los desplazaran de sus hábitats naturales.
Las autoridades griegas han anunciado una serie de medidas de apoyo a las empresas locales después de que las aguas arrastraran más de 100 toneladas de pescado muerto al puerto central de Volos.
Según un comunicado conjunto de los Ministerios de Economía y Finanzas, Sanidad, Medio Ambiente y Energía, Trabajo y Seguridad Social, Crisis Climática y Protección Civil, la batería de medidas incluye subvenciones para las empresas que hayan experimentado una pérdida de facturación.
También se suspenderán los pagos de impuestos y seguros y se activará el 'Thessaly Pass', un plan que pretende fomentar el turismo regional. Además, el Gobierno local buscará formas de financiar un programa integral de promoción de la zona.
Los peces de agua dulce llenaron el jueves la bahía de Volos y los ríos cercanos, después de que las inundaciones del año pasado los desplazaran de sus hábitats naturales. Las autoridades regionales fletaron arrastreros de pesca para sacar el pescado muerto del mar y cargarlo en camiones para llevarlo a una incineradora.
Los peces procedían del lago Karla, en el centro de Grecia, una masa de agua desecada a principios de la década de 1960 y restaurada en 2018 para combatir los efectos de la sequía.
"Estamos cooperando con quien quiera ayudar a que este fenómeno termine lo antes posible", dijo el viernes Anna Maria Papadimitriou, vicegobernadora regional de la zona central de Tesalia. "El Gobierno regional ha declarado el estado de emergencia", añadió.
El nivel de las aguas subió bruscamente el pasado otoño durante una tormenta mortal que causó grandes inundaciones en el centro de Grecia, pero desde entonces ha retrocedido debido a las escasas precipitaciones de los meses siguientes y a las sucesivas olas de calor de este verano.
Los expertos afirman que no se colocó una red en la desembocadura del río que conduce a Volos, por lo que, al ser arrastrados por la crecida, los peces de agua dulce murieron al entrar en contacto con el agua del mar.
El alcalde de Volos, Achilleas Beos, arremetió contra la autoridad regional, acusándola de actuar con demasiada lentitud. En una rueda de prensa, dijo que el hedor era insoportable y advirtió de que el pescado en descomposición podría causar un desastre medioambiental.
La Cámara de Comercio de la ciudad anunció que iba a emprender acciones legales para reclamar daños y perjuicios, después de que la actividad comercial en este popular destino turístico se redujera en un 80% en tres días.
"Las empresas del paseo marítimo, sobre todo las del sector de la restauración, han suspendido sus actividades", declaró la Cámara en un comunicado. "Un fuerte hedor a lo largo del paseo marítimo repugna tanto a residentes como a visitantes, asestando un duro golpe al turismo en Volos".