El varapalo electoral del domingo al quedarse a las puertas de la segunda vuelta de las presidenciales, algo que su formación no sufría desde 1989, ha provocado la decisión.
El primer ministro de Rumanía, Marcel Ciolacu, ha anunciado que dimite como líder del Partido Social Demócrata, tras haber quedado fuera la carrera por la jefatura del Estado en la primera vuelta de las presidenciales de ayer y a una semana de las elecciones generales.
Ciolacu quedó tercero en la primera ronda de las presidenciales, con el 19,5 % de los votos, por detrás del ultranacionalista prorruso Calin Georgescu, que ganó la primera vuelta con el 22,9 % de los votos y de la derechista Elena Lasconi (19,7%), que se disputarán la jefatura del Estado el día 8 de diciembre en la segunda y definitiva vuelta. El primer ministro saliente afirmó que seguirá al frente del partido hasta después de las elecciones parlamentarias del domingo, día 1.
Se trata de un resultado inesperado que sacude el panorama político del país. Con cerca del 93% de los votos escrutados, Georgescu se sitúa en cabeza con más del 22% de los sufragios. El actual primer ministro, el socialdemócrata Marcel Ciolacu, ha quedado relegado a la tercera posición, superado en la etapa final de un recuento electoral de infarto por Lasconi, quien se sitúa en torno al 18%.
George Simion, líder de la ultraderechista Alianza para la Unidad de los Rumanos (AUR), consigue la cuarta posición con un 14,1%. Las encuestas pronosticaban que uno de estos dos políticos conservadores serían los candidatos que finalmente se enfrentasen en segunda ronda al actual primer ministro, pero el inesperado ascenso de Georgescu ha dejado sin posibilidades a Simion y a Ciolacu.
Según datos de la Autoridad Electoral Permanente rumana, en estas elecciones habían votado 9,4 millones de personas, algo más del 52% de los electores.
Georgescu se presentó como candidato independiente y no era muy conocido. Doctor en edafología, una rama de la ciencia del suelo, ocupó diferentes cargos en el Ministerio de Medio Ambiente de Rumanía en la década de 1990. Entre 1999 y 2012, fue representante de su país en el comité nacional del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Las reacciones de los otros candidatos
El líder de Alianza para la Unidad de los Rumanos (AUR) ha felicitado a Georgescu y ha declarado estar "muy contento de que aproximadamente el 40% de los votos de los rumanos se decantaran por la opción soberanista".
Ciolacu, quien se jugaba su continuidad, ha dicho que uno de sus mayores objetivos era "convencer a los rumanos de que merece la pena quedarse en casa o volver" a Rumanía, un país que sufre una masiva diáspora repartida por los países de la UE.
Cristian Andrei, consultor político afincado en Bucarest, ha afirmado a 'Euronews' que el gran déficit presupuestario, la elevada inflación y la desaceleración económica de Rumanía podrían haber empujado a los electores a votar por posiciones populistas debido al descontento generalizado.
Hasta 13 candidatos se presentaron a las elecciones presidenciales de este país miembro de la Unión Europea y de la OTAN, con quien Georgescu se muestra muy crítico por sus ideas proteccionistas y ultranacionalistas.
El futuro presidente tendrá un mandato de cinco años y un importante poder de decisión en ámbitos como la seguridad nacional, la política exterior y los nombramientos judiciales. La segunda vuelta de la votación presidencial se celebrará el 8 de diciembre, una semana después de las elecciones parlamentarias.