1 sep - El principal índice español se recuperó el miércoles de las caídas de las dos sesiones anteriores, en un momento de repunte en los mercados bursátiles pese a las señales de ralentización en la recuperación económica, ante la expectativa de que los bancos centrales mantengan sus apoyos.
Pese a los indicios de debilitamiento de la actividad fabril en Asia ante las interrupciones en el suministro causadas por el aumento de casos de COVID-19 en la región, los mercados confían en que los bancos centrales mantengan sus estímulos económicos para sostener una recuperación todavía por consolidar.
En este sentido, el dato del empleo en Estados Unidos del próximo viernes será determinante en la decisión de la Reserva Federal sobre el momento de iniciar la reducción de su masivo programa de compra de activos.
"Si el viernes vemos que el mercado laboral se está ralentizando, lo más probable es que la Fed no insinúe ninguna reducción hasta que el empleo vuelva a enderezar el rumbo", dijo Sam Stovall, estratega jefe de inversiones de CFRA.
Así las cosas, el selectivo bursátil español Ibex-35 cerró con un alza de 144,90 puntos el miércoles, un 1,64%, hasta 8.991,50 puntos, mientras que el índice de grandes valores europeos FTSE Eurofirst 300 subió un 0,47%.
El sector bancario lideró las ganancias del índice: Santander subió un 1,60%, BBVA se anotó un 1,62%, Caixabank avanzó un 2,28%, Sabadell ganó un 1,65%, y Bankinter se revalorizó un 1,21%.
Entre los grandes valores no financieros, Telefónica se anotó un 1,20%, Inditex avanzó un 3,08%, Iberdrola se revalorizó un 0,86%, Cellnex ganó un 0,86% y la petrolera Repsol cayó al fondo de la tabla al ceder un 1,96%.
En lo más alto de la tabla destacó el grupo farmacéutico PharmaMAr, que cerró con un alza del 3,67% tras anunciar la aprobación del fármaco Zepzelca para su comercialización en los Emiratos Árabes Unidos.
Fuera del índice, Laboratorios Rovi siguió recuperándose de la fuerte caída del lunes, apuntándose un 4,53% después de que Japón informase el miércoles que las partículas encontradas en varios viales de la vacuna de Moderna, todos procedentes de una línea de producción de la farmacéutica española, eran de acero inoxidable, no esperando que constituyan un riesgo adicional para la salud.