Zapatos mecatrónicos para reaprender a caminar

Zapatos mecatrónicos para reaprender a caminar
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Por Euronews
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Lucilla Ballone Burini, víctima de una caída: “Caminaba por un acera mojada. Mis zapatos eran de goma. Y resbalé. Mis gafas saltaron; caí de espaldas y mi cabeza se golpeó contra el suelo. Me sentí ligeramente aturdida”.

Fiorella Marcellini, coordinadora del proyecto de la Unión Europea Smiling: “El año 2008, había unos 84 millones de ancianos en la Unión Europea. Una tercera parte corren riesgos de caídas. Son 28 millones de personas. Las caídas son un importante y peligroso fenómeno en Europa”.

Lucilla Ballone Burini: “Alguien me ayudó y me levanté. Me fui a casa. El dolor era bastante fuerte. Tras dos noches, tuve que ir a urgencias. Mi espalda estaba completamente negra. Y tenía una fractura en el húmero”.

Fiorella Marcellini: “Al final del día, ¿qué significa la movilidad para un anciano?, ¿qué quiere decir caminar, poder salir? Es una función física, pero también una manera de conservar el contacto con la sociedad, una forma vital de integración”.

Liliana Barcaglioni, víctima de una caída: “Me caí por la noche por unas escaleras. Fue una caída fuerte. Me fui a casa, magullada, con sangre por todo el cuerpo. Fue un momento muy difícil; agravado porque vivo sola”.

Fiorella Marcellini: “Los ancianos que sufren una caída no sólo pierden el equilibrio en un momento dado. A menudo, padecen secuelas. Muchos de ellos pierden su capacidad de caminar de forma segura, dejan de coordinar correctamente la función motriz, los movimientos físicos con los impulsos del cerebro. Por ello, necesitan rehabiliación. Y la mejor manera es hacerlo en un entorno inestable”.

Y este es precisamente el objetivo del extraño par de zapatos desarrollado por investigadores europeos.

Bienvenidos a Ancona, una de las capitales italianas de zapatos a la moda. Los voluntarios en este hospital geriátrico no están aquí para probarse unos zapatos ordinarios. Todos ellos tienen en torno a los 65 años. Todos han sido víctimas de caídas. Y se hallan aquí para ensayar unos zapatos mecatrónicos gracias a un proyecto de la Unión Europea: unos zapatos que pretenden ayudarles a caminar de forma más segura.

El primer paso es adapar los zapatos a cada uno de los voluntarios. Un fisioterapeuta se encarga de todo el proceso.

Carla Strubbia, fisioterapeuta del INRCA: “Este control remoto nos da las instrucciones para llevar a cabo los ejercicios. Las informaciones sobre el paciente -incluyendo medida del pie, altura y peso-se envían desde el ordenador al control remoto. Después, el programa elabora una sesión de prueba específica con los detalles físicos del paciente y la rehabilitación que necesita”.

Los zapatos con tachuelas pueden cambiar repentinamente sus ángulos para convertir los pasos en inestables. Una manera para que el cerebro de estos voluntarios esté continuamente estimulado para guardar el equilibrio. Y esto no es todo.

Carla Strubbia: “Los zapatos se mueven sin parar. Pero también estimulamos el cerebro con otros trucos. Los usuarios deben escuchar instrucciones diferentes, seguir los caminos marcados con líneas de colores en el suelo. Y, a la vez, hacer lo que llamamos una ‘tarea dual’, una actividad complementaria que, en este caso, es jugar con una pelota.
Todos nuestros pacientes se han caído al menos una vez. Necesitan recuperar la confianza. Con esta rehabilitación, intentamos enseñarles a superar todos los obstáculos que puedan encontrarse caminando fuera, en la calle. Estas pruebas ayudan a sus cuerpos a reaprender las estrategias motrices para usarlas en su vida diaria. Aprenden cómo percibir su propio cuerpo en un espacio dado. Y, con ello, aumentan su calidad de vida”.

Para reunir los 300 elementos de los que se compone cada zapato se tardó cuatro años. Aquí, en la universidad de Bolonia, los investigadores desarrollan una parte del sistema electrónico. Y los desafíos técnicos son grandes.

Elisabetta Farella, ingeniera electrónica de la Universidad de Bolonia: “Debemos vigilar muy estrictamente las necesidades técnicas. Por el momento, reducimos las dimensiones de los circuitos electrónicos. También tenemos que preparar soluciones para la seguridad. El sistema eléctrico debe encargarse por si solo de los cortocircuitos y episodios de bajo voltaje. O sea, que no haya riesgo para los usuarios”.

La validación de las pruebas se lleva a cabo en cuatro ciudades. Entre ellas, Kosice, en Eslovaquia.
Las personas mayores con problemas para andar acuden al hospital geriátrico para probar los zapatos en un ambiente experimental de vida real.

Terézia Fridrichova, voluntaria del proyecto Smiling: “Últimamente, he tenido problemas para andar. No hace mucho tiempo, caminaba una mañana por la calle y no conseguía mantener el equilibrio. Fui al médico. Me diagnosticó una anomalía en el interior de mi oído. Tuve que tomar medicinas durante dos meses”.

Ingenieros médicos y fisioterapeutas han reunido información útil para saber cómo se estimula al cerebro para reaprender las estrategias motrices.

Alena Galajdová, ingeniera biomédica, de la Universidad Técnica de Kosice: “Los problemas de equilibrio están causados tanto por flaquejas en los músculos como por anomalías del sistema nervioso. Algunos de ellos pueden ser atenuados provocando movimientos inesperados. Este es el objetivo de los zapatos: crear perturbaciones para debilitar los problemas de equilibrio”.

Nadezda Harcarova, fisioterapeuta del Centro Geriátrico de Kosice: “En este centro geriátrico, trabajo con mayores que presentan síntomas de vértigo y sufren dificultades diarias para mantener el equilibrio. Cualquier instrumento de rehabilitación que pueda proporcionarles más autonomía e independencia en su vida, es bienvenido”.

Volvemos a Italia, donde los informáticos de la Universidad de Bolonia siguen buscando nuevas soluciones y ya poseen ideas excitantes…

Carlo Tacconi, informático de la Universiad de Bolonia: “El control remoto que maneje el programa y dé las órdenes podría ser un teléfono móvil. Y toda la estructura mecánica podría ser mucho más simple e insertada en un zapato ordinario. En este caso, los usuarios y no sólo los ancianos sino también personas más jóvenes podrían utilizar el sistema para volver libremente a casa “.

El prototipo actual deja un amplio margen para futuros avances; el tiempo dirá cuáles son las próximas etapas para estos zapatos mecatrónicos de ensayo.

tagURLhttp://www.smilingproject.eu

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