A estas horas, un acuerdo parece tan lejano como cercano. Las delegaciones insisten en la buena voluntad de todos los participantes y los esfuerzos realizados, pero no esconden que las diferencias de puntos de vista son tan importantes que resulta altamente improbable que Teherán y las potencias mundiales consigan llegar a una entente en los plazos establecidos, es decir este lunes.
El ministro de Exteriores británico, Philip Hammond:
“ Estamos concentrados en conseguir un acuerdo, pero no quiero alimentar falsas esperanzas. Aún estamos lejos y tenemos por delante algunos temas muy complejos. Pero la voluntad, indudablemente, es la de avanzar”
De acuerdo con las pocas filtraciones diplomáticas, los obstáculos siguen siendo la capacidad de enriquecimiento de uranio que va a mantener Irán y el ritmo al que se retirarán las sanciones. Todos desean evitar el fracaso, así que es probable que se anuncie una nueva extensión de las negociaciones con algún avance que la justifique.