Desde Argentina a Suiza pasando por Estados Unidos, iniciativas serias y lúdicas tratan de tender puentes con las personas sordas
En Argentina más del 80% de la comunidad sorda es analfabeta funcional en la lengua mayoritaria del país: el español. La lengua de signos, por el contrario, no está reconocida y en la mayor parte de las escuelas hay muchas barreras para los jóvenes sordos que repercuten en su tasa de abandono del sistema educativo. La organización cívica Canales ha creado un proyecto único que promociona la lectura entre estos niños: una biblioteca en línea gratuita con libros de cuentos leídos en la lengua de signos argentina.
Como los videolibros tienen comentarios hablados, además de usarlos en clase, se usan en cursos para los padres y talleres para niños oyentes, animando así el aprendizaje y la integración bajo referencias comunes. Con los videolibros y las actividades que generan, los niños tienen acceso a la lengua, la cultura y la ficción.
Un profesor sordo sin barreras
Hasta hace pocos años los educadores de personas sordas tenían vetado el uso en clase de la lengua de signos, acordado en 1880. El profesor sordo estadounidense David Gunness explica cómo intenta tender puentes entre los oyentes y los que tienen problemas de audición. Gunness enseña Lenguaje de Signos Estadounidense, y la gente a la que enseña no es sorda. Con ello, explica, ayuda a sus estudiantes a entender el mundo de los sordos y a la comunidad sorda mejor.
Uno de los requerimientos para conseguir un trabajo es un certificado para enseñar. Hay muchos oyentes que pueden pasar los exámenes porque el inglés es su primera lengua. Sus capacidades en lengua de signos no son suficiente para el trabajo, pero aún así se les permite enseñar a alumnos sordos. Mientras, asegura Gunness, una persona sorda que maneje el lenguaje y la habilidad de comunicar con estudiantes sordos no tiene esa oportunidad porque no puede superar el examen escrito.
Beethoven y la vibración de la música
Se dice que en la composición de las obras de Beethoven, que se quedó sordo muy joven, influyó su capacidad para sentir las vibraciones de los instrumentos.
El proyecto “Feel the music” de la Orquesta de Cámara Mahler pretende transmitir estas sensaciones a los más jóvenes. En algunos países europeos hay músicos que visitan a niños con problemas de audición en su propia clase. Esta orquesta ha dado un paso más: les invita a su lugar de ensayo.
“Feel the music” es parte del llamado “Viaje de Beethoven” de la Orquesta Mahler, un viaje de sus 45 músicos por muchas ciudades europeas que comenzó en 2012. En esta aventura han colaborado directores de orquesta y solistas como el pianista noruego Leif Ove Andsnes. La idea de estos talleres con niños con problemas de audición nació inspirado por Beethoven, que perdió su oído cerca de los treinta y esto, seguramente, influyó en sus composiciones posteriores, explica Leif Ove Andsnes.