Los fantasmas del pasado planean sobre Macedonia

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Por Euronews
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Es la peor crisis en la Antigua República Yugoslava de Macedonia (FYROM, por sus siglas en inglés) desde 2001. Entonces, la amenaza de una guerra

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Es la peor crisis en la Antigua República Yugoslava de Macedonia (FYROM, por sus siglas en inglés) desde 2001. Entonces, la amenaza de una guerra civil se cernía sobre el país durante la insurgencia de rebeldes que reclamaban mayores derechos para la minoría albanesa, una cuarta parte de los 2,1 millones de habitantes.

Con la perspectiva de que se convirtiera en miembro de la Unión Europea y la OTAN, los gobiernos occidentales esperaban contener las tensiones étnicas de Macedonia, resolver la larga disputa con Grecia y alentar una democracia liberal en el pequeño país.

Pero ahora la Unión Europea ha expresado una "profunda preocupación" por lo que denomina “el deterioro de la situación en el país y en particular en el ámbito del Estado de Derecho, los derechos fundamentales y la libertad de los medios de comunicación”.

El Gobierno macedonio está sometido a la presión internacional por las acusaciones de haber orquestado un fraude electoral para lograr la victoria en las elecciones parlamentarias de abril.

La trama se destapó por las filtraciones de Zoran Zaev, líder de la oposición izquierdista, de una serie de conversaciones telefónicas grabadas que implicaban a altos cargos del Gobierno y ue abarcaban desde el fraude en la votación hasta el encubrimiento de asesinatos.

La oposición y algunos observadores extranjeros también han acusado al Gobierno de intentar desviar la atención con la incursión en una localidad albanesa del norte del país que causó 22 muertos, entre los que estaban aquellos que el Ejecutivo describió como “terroristas albaneses”.

Tras la operación se pudieron ver en la frontera con Serbia largas colas de macedonios huyendo de la violencia. Para empeorar la situación, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, ha acusado a “organizadores occidentales” de intentar fomentar una revolución contra un Gobierno que rechaza unirse a las sanciones europeas contra Moscú por el conflicto de Ucrania.

Queda por ver si la diplomacia occidental tiene éxito, como ocurrió hace catorce días, en evitar una crisis que en caso de estallar, podría desestabilizar el frágil equilibrio político de la región.

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