Este domingo, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, afronta su primera gran prueba después de las críticas a su partido, en el punto de mira de
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Este domingo, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, afronta su primera gran prueba después de las críticas a su partido, en el punto de mira de la comisión parlamentaria antimafia.
En estos comicios participará un 37 % de los
ciudadanos con derecho al voto y se elegirán los gobiernos de las regiones de Veneto, Liguria, Toscana, Umbria, Las Marcas, Campania y Apulia. También, se renovarán más de mil ayuntamientos.
Renzi ha rechazado en varias ocasiones que estas elecciones
puedan ser leídas como “prueba a nivel nacional”, pero desde la oposición de Forza Italia y el M5S aseguran que son un test
fundamental para medir los consensos al Gobierno.
Silvio Berlusconi, que ha apoyado con su presencia en las campaña electorales a sus candidatos a estas regionales, afirmó que, en caso de que el centro derecha gane en tres de estas regiones, se pedirá la dimisión del Gobierno.
Sobre Renzi puede pesar la figura del
exalcalde de Salerno y el candidato del Partido Democrático a la presidencia de la región de Campania, dos de los 16 políticos incluidos en la lista que divulgó la comisión antimafia como personas que “no deberían haberse presentado” a las elecciones por sus problemas con la Justicia.