Ya son una treintena las víctimas del ataque suicida en la ciudad turca de Suruç, en el sureste del país, cerca de la frontera con Siria. Un centenar
Ya son una treintena las víctimas del ataque suicida en la ciudad turca de Suruç, en el sureste del país, cerca de la frontera con Siria. Un centenar de personas han resultado heridas, según el ministro del Interior turco, que ha confirmado que se trata de un “ataque terrorista” destinado, ha dicho, a romper la unidad del país.
“Tenemos que condenar el terror venga de donde venga. Siempre hemos dicho que no hay lugar en ninguna religión, nación o país para el terror. Siempre hemos destacado la necesidad de una lucha internacional contra el terror, y lo mantenemos”, ha dicho el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
El objetivo del ataque ha sido un grupo de 300 jóvenes activistas turcos y kurdos que se preparaban para cruzar la frontera y prestar su ayuda a los habitantes de Kobani, ciudad a diez kilómetros de allí, en el kurdistán sirio, y que está siendo uno de los lugares más castigados por la guerra en Siria.
El atentado se ha producido en el exterior de un centro cultural de Suruç. Su autora sería una kamikaze de 18 años cercana al grupo Estado Islámico, según la prensa turca.
El principal partido de la oposición, ha acusado a Ankara de no haber hecho lo suficiente para desmantelar las redes yihadistas en Turquía, ni siquiera tras el atentado del 5 de junio que causó tres muertos en un mitin de su partido, el pro kurdo HDP.