Barack Obama, presidente de EE.UU: “Más de 11.000 estadounidenses murieron víctimas de la violencia armada sólo en 2013. En todos los países hay
PUBLICIDADBarack Obama, presidente de EE.UU:
“Más de 11.000 estadounidenses murieron víctimas de la violencia armada sólo en 2013. En todos los países hay gente violenta y mentalmente inestable. La diferencia es que no en todos los países se accede con tanta facilidad a las armas.”
Fue el pasado junio. El presidente estadounidense hacía un nuevo llamamiento a favor de un mayor control de las armas en su país poco después de la matanza de Charleston. Un joven de 21 años defensor de la “supremacía blanca” acabó con la vida de nueve personas en una iglesia frecuentada por la comunidad negra.
Ironías del destino, la cólera suscitada por esa matanza es una de las razones que invoca el asesino de Roanoke para justificar su gesto.
En dos mandatos, Obama no ha conseguido convencer al Congreso, dominado por los republicanos y muy influenciado por el potente lobby de la Asociación Nacional del Rifle.
Sin grandes esperanzas, el campo demócrata sigue presionando para una reforma de la legislación. De campaña en Iowa, Hillary Clinton, precandidata del partido a la presidencia, ha sido la primera en pedir que se tomen medidas.
Hillary Clinton, precandidata demócrata a la presidencia de EE.UU:
“Tenemos que hacer algo sobre la violencia armada. Y voy a llevarlo adelante. Hay muchos que han intentado acabar con el problema pero luego renunican porque es un asunto muy difícil.”
En el campo republicano se han multiplicado las reacciones de apoyo a los allegados a las víctimas, como en este mensaje en tweeter de Jeb Bush, pero sin hacer referencias a la legislación sobre las armas de fuego.
Quien sí habló de leyes fue Jeb Bush, exgobernador de Florida y precandidato republicano a la presidencia. Lo hizo durante uno de los congresos de la Asociación Nacional del Rifle en abril de este año.
Jeb Bush, precandidato republicano a la presidencia:
“Es la visión liberal-progresista del mundo de Barack Obama, y Hillary Clinton y Eric Holder, y las demás personas que quieren quitar las armas a los ciudadanos respetuosos de la ley. Pero la segunda enmienda es uno de los asuntos en los que la Administración Obama se ha topado con un muro.”
El presidente tampoco ha conseguido convencer a la opinión pública. Según un sondeo realizado a finales de 2014 por primera vez hay más estadounidenses que apoyan la tenencia de armas, concretamente un 52%, que partidarios de aumentar los controles, cuya cifra ronda el 46%.