La ciudad turca de Edirne se ha convertido en uno de los puntos calientes de la ola de refugiados a Europa en los últimos días. Allí permanecen
La ciudad turca de Edirne se ha convertido en uno de los puntos calientes de la ola de refugiados a Europa en los últimos días. Allí permanecen bloqueadas miles de personas, la mayoría sirias, que eligieron cruzar por tierra los pocos kilómetros que les separan de Grecia.
Las autoridades turcas toleran su presencia, pero no permiten su paso hasta la frontera.
“No queremos ir ni a Adana ni a Ankara, queremos cruzar la frontera”, expresaba un refugiado.
Un millar de ciudadanos sirios empezaron a acampar el lunes al lado de la autopista que comunica Estambul con la frontera griega y búlgara después de que la policía prohibiera su acceso a Edirne. Un control policial situado a 30 kilómetros de la frontera con Grecia.
Mientras tanto, otros varios miles de refugiados fueron llevados el viernes a un estadio de Edirne para evitar una mayor acumulación de personas en el punto de control policial. De ellos, unos mil rechazaron ir al recinto y optaron por acampar en la carretera.
Turquía alberga a más de dos millones de refugiados sirios, más que ningún otro país del mundo.