Con el corazón encogido y la mirada fija en los restos del avión de pasajeros que se estrelló ayer en el Sinaí, Rusia aguarda el resultado del
Con el corazón encogido y la mirada fija en los restos del avión de pasajeros que se estrelló ayer en el Sinaí, Rusia aguarda el resultado del análisis de las cajas negras para determinar las causas del siniestro, en el que murieron los doscientos veinticuatro ocupantes del aparato. Tanto Moscú como El Cairo no dan credibilidad a la reivindicación de las milicias yihadistas de la zona, que afirman haberlo abatido con un misil, aunque admiten que además de un fallo técnico cabe la posibilidad de que estallara una bomba en su interior.
El avión se estrelló tras perder bruscamente altura y lanzar un SOS poco después de despegar de Sharm el Sheij en dirección a San Petersburgo. La mayoría de los pasajeros eran turistas que habían pasado unos días en las playas del Mar Rojo. Más tarde se supo que la tripulación llevaba semana quejándose de fallos en los motores.
- “Lo más nombrado hasta el momento es la hipótesis del accidente como consecuencia de un fallo técnico, pero, según algunos expertos, todavía es pronto para descartar la posibilidad de que sufriera un ataque, sobre todo a la luz de la propagación de grupos terroristas en el Sinaí. La respuesta está en el examen de las grabaciones de las cajas negras”, concluía el corresponsal de euronews en El Cairo, Mohammed Shaikhibrahim.