El funeral de siete chiíes en Kabul se ha convertido en una multitudinaria manifestación contra la violencia de los talibanes. Con gritos de
El funeral de siete chiíes en Kabul se ha convertido en una multitudinaria manifestación contra la violencia de los talibanes.
Con gritos de “¡Venganza!” y “¡Respeto!” miles de personas han recorrido este miércoles las calles de la capital afgana para denunciar la persecución contra los hazaras, una minoría chií que representa el 10% de la población. El ataúd de las siete víctimas, decapitadas la semana pasada presidia el cortejo.
Esaaq Ali, manifestante:
“Estamos aquí para evitar que este tipo de cosas se reproduzcan en nuestro país en el futuro. Este tipo de actos no tiene cabida en ninguna religión, incluido por supuesto el Islam. Queremos que el Gobierno haga justicia y que garantice la seguridad a todos los ciudadanos.”
Frente a la sede del Gobierno, los manifestantes han pedido la dimisión del Ejecutivo, que denuncian, no les protege lo suficiente contra los talibanes, que en los últimos meses han llevado su insurrección a varias provincias del norte de Afganistán, hasta ahora estables.