La violencia que inflama Burundi desde que el presidente Piere Nkurunziza modificó la Constitución y fue reelegido para un tercer mandato preocupa
La violencia que inflama Burundi desde que el presidente Piere Nkurunziza modificó la Constitución y fue reelegido para un tercer mandato preocupa sobremanera a la Unión Africana. La organización ha decidido enviar una fuerza de paz compuesta por 5.000 efectivos y ha dado 4 días de plazo a Buyumbura para que de o no su autorización al despliegue. El Gobierno burundés no está por la labor, pero el Consejo de Paz de la Unión Africana ha advertido de que hará todo lo que esté en su mano para que ese despliegue tenga lugar.
Burundi vive un clima de preguerra civil. La represión de las protestas contra Nkurunziza y varios ataques armados contra cuarteles han dejado cientos de muertos en los últimos meses. En la mente de todos está el genocidio que se vivió en esta región a mediados de los años noventa.
El Consejo de Seguridad de la ONU reiteró ayer su “profunda preocupación” por el aumento de la violencia en Burundi y dio la bienvenida a la decisión de enviar tropas de la Unión Africana (UA) a ese país.