Oslo quiere expulsarlos, Moscú no quiere recibirlos de vuelta. Llegaron al país escandinavo en el otoño de 2015 pasando por Rusia; y ahora que Noruega ha endurecido sus leyes de asilo y quiere deporta
5500 refugiados- la mayoría sirios- entre Noruega y Rusia. Oslo quiere expulsarlos, Moscú no quiere recibirlos de vuelta. Llegaron al país escandinavo en el otoño de 2015 pasando por Rusia; y ahora que Noruega ha endurecido sus leyes de asilo y quiere deportarlos, Rusia rechaza acogerlos con estos argumentos explicados por el ministro de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov:
Serguei Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores de Rusia:
“ El debate es acerca de personas que llegaron a Rusia, bien para trabajar o para visitar a parientes. No declararon el verdadero objetivo de su visita, que era utilizar a Rusia como país de tránsito en su viaje hacia Noruega. Esto se traduce en que dieron información falsa sobre el motivo de su visita a la Federación Rusa”
Todo en su odisea es surrealista, empezando por la entrada en Noruega. Las imágenes de su llegada en bicicleta con las primeras nieves dieron la vuelta al mundo. Lo del pedaleo se explica por un vacío legal en los acuerdos fronterizos entre Rusia y Noruega, que no permiten el paso ni a pie ni en coche.
“ La espera es complicada. Cuando sabes lo que va a pasar, la espera es más fácil. Pero la incertidumbre lo hace todo mucho más difícil”, decía este refugiado afgano.
Noruega- bajo presión de una derecha populista anti inmigración más fuerte políticamente- ha llegado a cambiar su legislación e incluido a Rusia en la lista de países seguros para expulsiones.