La presión electoral sobre el Partido Social Demócrata ha hecho que la cifra de expulsiones anunciada por el ministro Anders Ygeman suponga casi la
La presión electoral sobre el Partido Social Demócrata ha hecho que la cifra de expulsiones anunciada por el ministro Anders Ygeman suponga casi la mitad de los 163.000 solicitantes de asilo en Suecia: “No estamos pensando en deportar a nadie, pero lo que estamos planeando es que quienes no sean aceptados deben regresar a su país de origen”.
Suecia es el país de la Unión Europea que más solicitantes de asilo per cápita ha acogido. De las casi 59.000 peticiones tramitadas el año pasado el 55% fueron aceptadas.
El refugiado kurdoiraquí Darbaz Chomani, no se cree nada de lo dicho: “No creo que sea verdad porque lo que han dicho es que van a volver a su país 80.000 personas. Pero ¿qué personas, a qué país? No lo sé. Creo que es hablar por hablar”.
El asesinato de una trabajadora social de 22 años por un refugiado en Mölndal, cerca de Gotemburgo, ha catalizado la nueva política gubernamental. La policía sueca ha reclamado la dotación de 2500 nuevas plazas para poner en pie un despliegue preventivo ante eventuales problemas derivados de la presencia de refugiados.