Protestas a ambos lados del Egeo a escasas horas de la entrada en vigor del acuerdo UE-Turquía para poner fin a la crisis de los refugiados

La crisis de los refugiados exuda malestar por los cuatro costados. Cerca del campamento de refugiados de Idomeni, en el norte de Grecia, decenas de inmigrantes han bloqueado una carretera para protestar contra el cierre fronterizo de la llamada ruta de los Balcanes.
- “¿A quién están cerrando las fronteras?, se pregunta este refugiado ¿A nosotros, los sirios? Huimos de una guerra. Imagínese que hay una guerra en su país, ¿qué haría usted? Tendría que salir. Queremos que las fronteras se abran, eso es todo”.
Tampoco están contentos los vecinos de las aldeas situadas en los alrededores de Idomeni. Inmigrantes y refugiados han ocupado sus tierras, dicen, y sus tierras, son su pan:
- “El período para el cultivo ha comenzado, pero los aldeanos no pueden cultivar sus campos debido a las tiendas de campaña y a las personas que se alojan allí. Dentro de poco, se tratará de una cuestión de supervivencia”.
Insatisfacción también en el puerto turco de Dikili, donde se va a construir un centro que acogerá a inmigrantes y refugiados que sean devueltos por Europa. Numerosos vecinos de esta una pequeña localidad costera se han manifestado contra la construcción del centro y contra el acuerdo alcanzado por el Gobierno turco con la UE,
que entrará en vigor el lunes.